Desvío 24x: El santuario loptiano

Comienzo

- Leif: August... ¿dónde estamos?
- August: Ya estamos en el interior del templo. ¡No bajes la guardia, Príncipe!
- Leif: Entiendo... Está muy oscuro... no veo nada. ¿Dónde está Eyvel?
- August: Debemos seguir adelante. El dispositivo de transporte del centro de la habitación seguramente nos lleve al altar en el que Veld se encuentre. No debemos apresurarnos, Lord Leif. Hay que proceder con paciencia y la máxima cautela.


[Conversación Leif - Eyvel]
- Eyvel: ...
- Leif: ¡Eyvel! ¿Puedes oírme? ¡Eyvel!
- Eyvel: ...
- Leif: ¡Eyvel! Soy yo, Leif. ¿No me reconoces?
- Eyvel: Lord Leif.... ...Leif... ¡¡!! ¡Lord Leif! ¿Qué haces aquí? Deberías escapar...
- Leif: No, Eyvel... Todo va bien.
- Eyvel: ¿Bien? Pero el coliseo... ...Espera... ¿Dónde estoy?
- Leif: Eyvel... te has recuperado. Gracias a los dioses...
- Eyvel: Lord Leif.... qué me ha pasado...
- Leif: Lo siento, pero no tenemos tiempo para hablar ahora. Estamos luchando para liberar Manster, no, para liberar Thracia del Imperio. ¡Necesitamos tu ayuda, Eyvel!
- Eyvel: Por supuesto... ¿Pero me dirás qué ha sucedido cuando la batalla acabe?
- Leif: Claro, Eyvel. Tengo muchas cosas que contarte...


[Conversación Mareeta - Eyvel]

- Eyvel: ...
- Mareeta: ¡Madre! ¿Puedes oírme? ¡Madre!
- Eyvel: ...
- Mareeta: ¡Madre! ¿No me reconoces?
- Eyvel: ...
- Mareeta: Madre... lo siento... yo...
- Eyvel: Mareeta... ¿por qué lloras?
- Mareeta: ¿Uh? ....¿Mamá?
- Eyvel: Bien... ya vuelves a ser la Mareeta que conocía. Vamos, tenemos que escapar... Espera.... ¿Dónde estoy?
- Mareeta: ¡Madre! Gracias a los dioses...
- Eyvel: Mareeta, ¿dónde estamos? ¿Qué estoy haciendo aquí?
- Mareeta: Madre... Raydrik te petrificó.
- Eyvel: ¿Que me petrificó? Y... ¿dónde está Raydrik?
- Mareeta: Raydrik ya no está... le derrotamos. Pero la iglesia Lopto sigue teniendo el control de Manster. Por favor, madre, ¡necesitamos tu ayuda!
- Eyvel: Claro... Debéis de haber estado preocupados por mi. Lo siento, Mareeta.
- Mareeta: Madre...

Al finalizar el capítulo

- Leif: Eyvel... gracias a los dioses. He luchado contra el Imperio y he hecho todo el camino con la esperanza de poder volver a verte. Y ahora, esa esperanza se ha cumplido. No podría ser más afortunado...
- Eyvel: Lord Leif... no puedo creer que sólo haya pasado un año desde aquel incidente. Has crecido mucho... Te has convertido en un gran líder.
- Leif: Todo es gracias a ti, Eyvel. Los tres años que pasé en Fiana fueron los mejores de mi vida. Me divertí mucho jugando y a veces peleando con los otros jovenes aldeanos... Y me regañaste mucho, pero te lo agradezco. Finn era mi padre, tú eras mi madre, Nanna y Mareeta eran mis hermanas... Y tenía amigos como Osian y Halvan... Siempre deseé que esos días nunca acabaran. Eras mi madre, Eyvel... Me diste el calor que ya había olvidado.
- Eyvel: Ese día... tú y Lady Nanna vinisteis a Fiana, con Finn herido, tendido en su caballo. Lady Nanna me suplicó que salvase a su padre con sus ojos llenos de lágrimas. Pero tú, Lord Leif, todo lo que hiciste fue decirme: "Te daré ésto si le ayudas", enseñándome la espada a tu lado. Dijiste que era un recuerdo de tu madre... recuerdo que me pregunté por las dificultades por las que debía haber pasado un chico así. Lord Leif, no recuerdo mi juventud. Hace algo más de diez años, fui rescatada por los aldeanos, me encontraron en la costa de Ith. ¿Quién soy? ¿Estaba casada? ¿Tenía hijos? No tengo forma de saberlo. Pero cuando os vi a vosotros dos, sentí que algo parecido me había ocurrido en el pasado. Y desde ese día, me prometí criaros como mis propios hijos. Sin embargo... nunca imaginé que fueses el príncipe de Leonster.

(Si Nanna está viva)
- Nanna: Eyvel... Siempre tenía envidia de Mareeta. Al mirarla, me daban ganas de llorar, y pensaba: "Si pudiese tener una madre como ella..." Pero nos criaste y nos quisiste a todos por igual... Nunca podré agradecértelo lo suficiente, Eyvel.
- Eyvel: Lady Nanna.... Eres la princesa de Nodion. La orgullosa sangre del Guerrero Santo Hezul corre por tus venas. Sé fuerte, y vive junto a Lord Leif. Y estoy segura de que tu madre está viva... Si nosotras hemos sido capaces de encontrarnos de nuevo, estoy segura de que podrás hacer lo mismo con tu madre...

(Si Dagdar está vivo)
- Dagdar: Eyvel, tú eres alguien de verdad. Un hombre como yo está muy lejos de ti...
- Eyvel: Dagdar, te estoy muy agradecida. Ser capaz de proteger Fiana, e incluso vivir hasta este día... no habría podido haberlo hecho sin ti. Gracias, Dagdar.
- Dagdar: ¿De-de qué estás hablando?... Yo-yo sólo...

(Si Tanya está viva)
- Tanya: Papá, ¡no te sonrojes! Vamos, ¡ten un poco de control!

(Si Halvan está vivo)
- Halvan: Lady Eyvel, fuiste como una madre para los jóvenes del pueblo. Mi hermanita y yo... prácticamente nos criaste tú. He venido hasta aquí para rescatarte... y para darte las gracias por todo lo que has hecho.
- Eyvel: Halvan... parece que también te he preocupado a ti. Volvamos a Fiana tras la guerra. Estoy segura de que Patricia deseará verte...

(Si Osian está vivo)
- Osian: Una madre, eh... Bueno, mi madre murió hace mucho, pero mi padre sigue fuerte. Supongo que incluso un vejestorio como él es mejor que no tener nada en absoluto...
- Eyvel: Es verdad, Osian. Estás en mejor situación que Halvan. Cuida de tu padre cuando vuelvas a Fiana.


(Si Mareeta está viva)

- Eyvel: ¿Mareeta? ¿Algo va mal?
- Mareeta: Madre...
- Eyvel: Vamos, anímate... esas lágrimas estropean tu preciosa cara. Venga, límpiatelas...
- Mareeta: ¡Mamá! Yo, yo...
- Eyvel: Todo va bien... todo va a ir bien, Mareeta...

(Si Galzus está vivo)
- Eyvel: ¿Quién eres?...
- Galzus: Pensaba irme ahora... pero sentía que tenía que decir algo. Gracias... gracias por cuidar de mi hija.
- Eyvel: Entonces... tú eres el...
- Galzus: Correcto... Su madre murió poco después de su nacimiento, pero tras eso me la empecé a llevar en mis viajes. Y entonces, un día... la perdí de vista durante apenas unos segundos, y un comerciante de esclavos me la arrebató...
- Eyvel: En uno de los mercados de esclavos de Conote, vi a una pequeña niña encadenada a la venta. Enloquecida, asesiné a todos los guardias y comerciantes de esclavos... Cuando liberé a la chica y le pregunté su nombre, me dijo que se llamaba Mareeta. Me dijo que estaba con su padre, así que le busqué, pero no fui capaz de encontrarle.
- Galzus: No... fue culpa mía. Decidir viajar con una niña pequeña fue una decisión estúpida. Mareeta fue feliz viviendo contigo. Puede sonar muy exigente, pero... ¿Podrías seguir cuidando de ella?...
- Eyvel: Claro, por supuesto. Mareeta es mi hija ahora... no la devolvería ahora aunque me lo pidieras.
- Galzus: Ya veo... Cuando esta batalla acabe, volveré a irme de viaje de nuevo. No creo que volvamos a vernos de nuevo.
- Eyvel: Galzus... tengo una cosa que preguntarte.
- Galzus: ¿Qué es? Haré felizmente cualquier cosa que me pidas...
- Eyvel: ¿Podrías ir por Fiana al menos una vez al año? Es todo lo que pido...
- Galzus: ...... Bien... Lo haré.


(Si Finn está vivo)

- Finn: Eyvel... has hecho mucho por nosotros. Tienes mi agradecimiento.
- Eyvel: Tú también tienes el mío, Finn. Es verdaderamente difícil encontrar un caballero como tú en el continente. Eres verdaderamente honorable.
- Finn: Eyvel... no quería contarte esto, pero tras oír tu conversación con Lord Leif, no puedo seguir callado. Conozco a alguien que se parece mucho a ti...
- Eyvel: ¿Que se parece a mi?... ¿Estás seguro, Finn?
- Finn: Sí... Cuando luché junto a Lord Quan, había una bella guerrera en el ejército de Lord Sigurd. Cuando el viento movía su largo pelo rubio, su increíble belleza me recordaba a una diosa. Era la descendiente de la familia Ullur, que había heredado el arco santo, el Ichival. Su nombre era... Brigid...
- Eyvel: Brigid... ¿Me estás diciendo que yo soy esa persona?
- Finn: Sí...
- Eyvel: No sabía que fueras tan romántico, Finn... Si fuera una descendiente de los Guerreros Santos, debería tener alguna marca en mi cuerpo. Pero, por desgracia, no es así. No soy esa persona, Finn. Mi nombre es Eyvel... una mercenaria ambulante...

Anterior - Siguiente

Ir a la sección de Fire Emblem Thracia 776