Comienzo
En el
continente de Magvel existen seis países, cinco de los
cuales custodian cada uno una piedra sagrada, reliquias
que en antaño fueron usadas para vencer al Rey Demonio,
un poderoso ser maligno que intentó apoderarse de
Magvel y que fue vencido por el héroe Grado y sus compañeros
confinando el alma del Rey Demonio en una de las piedras sagradas,
que pasó a llamarse el Emblema de Fuego.
En el año
803, 800 años después de la derrota del Rey Demonio, ocurre un
hecho inesperado: el Emperador Vigarde, soberano del
imperio de Grado, nación que guarda del Emblema de
Fuego, invade sin previo aviso al vecino reino de Renais.
Renais no puede hacer frente al ataque de Grado y es vencido. El rey
Fado / Vari* de Renais envía a su hija, la princesa Eirika,
hacia el reino de Frelia, vecino y aliado de
Renais, en un intento de protegerla. Eirika logra cruzar la frontera
y llega hasta la capital de Frelia. Sin embargo, allí recibe la
noticia de la muerte de su padre y del desconocimiento del paradero
del hermano gemelo de Eirika, el príncipe Ephraim, que
luchaba por defender Renais cerca de la frontera con Grado, al sur.
Eirika
decide partir hacia Grado en busca de su hermano, ya que cree que
está vivo. Frelia le proporciona algunos soldados y fondos, y la
princesa se prepara para cruzar Renais. En su viaje es testigo de la
destrucción de su país: los pueblos están arrasados y los bandidos
andan a sus anchas sin que ninguna autoridad los detenga.
Cerca de
la frontera, Eirika se enfrenta a una amenaza inesperada: un grupo de monstruos, que se pensaba que ya sólo existían en
leyendas como seres que lucharon hace 800 años a las órdenes del
Rey Demonio en la guerra. Sin poder creer lo que ve, Eirika y su
grupo consigue derrotarlos y seguir hacia el sur.
En la
ciudad fronteriza de Serafew oyen rumores de que el Emperador lleva
tiempo actuando de forma muy extraña, completamente diferente al
buen gobernante que solía ser. Aparentemente, su objetivo es
conquistar todo el continente y destruir todas las piedras
sagradas, algo impensable ya que ellas protegen al ser humano
del mal.
La ciudad
trae a Eirika recuerdos de un pasado pacífico junto a su hermano y
al príncipe Lyon, el tranquilo y tímido amigo de los
gemelos, hijo de Vigarde y obsesionado con llegar a ser un dirigente
digno para Grado y comprometido por el pueblo. Eirika sigue sin saber
qué fue de ellos tras el ataque de Grado y prosigue su viaje para
encontrar respuestas.
El
ejército de Grado muestra insistencia por capturar a Eirika y
especialmente un brazalete que posee, cuyo único par en el mundo
es propiedad de su hermano Ephraim. Sin embargo, Eirika vence en sus
escaramuzas con los soldados imperiales y finalmente llega a la
fortaleza de Renvall, donde se cree que está recluido Ephraim,
presuntamente prisionero de Grado. Eirika ataca la fortaleza para
liberar a su hermano, pero resulta ser una emboscada de Grado para
capturarla junto a su brazalete, en una estratagema facilitada por un
soldado traidor del ejército de Ephraim.
Cuando el grupo de Eirika
se encontraba acorralado en Renvall, Ephraim acude en su ayuda y
juntos derrotan a los soldados de Grado. Reencontrados los hermanos,
se dirigen de nuevo a Frelia para planificar sus próximos
movimientos.
Allí el
grupo se intercambia información: Eirika informa de la intención de
Vigarde de destruir las piedras sagradas, y Ephraim, acompañado de
una extraña joven llamada Myrrh (perteneciente a una antigua tribu
llamada manakete, capaz de transformarse en dragón mediante ciertas
piedras) advierte del incremento de fuerzas oscuras en Grado.
Sin
embargo, la reunión es interrumpida por una terrible noticia: las
fuerzas de Grado han logrado llegar hasta el templo que guarda la
piedra sagrada de Frelia y la han destruido. Ante esto,
acuerdan alertar al resto de naciones guardianes de las
piedras sagradas: Jehanna y Rausten.
Eirika irá en barco hasta Rausten y el príncipe heredero de Frelia,
Innes / James*, irá hasta Jehanna. Ephraim liderará el ataque contra
Grado. Definidos los objetivos, todos parten.
En este
punto se puede elegir si acompañar a Eirika o a Ephraim,
pudiendo
jugar algunos capítulos exclusivos según la ruta que se elija.
Ruta
de Eirika
Eirika
acaba descartando la idea de llegar a Rausten por mar, y decide ir
por tierra atravesando la república de Carcino, la
única nación de Magvel que no custodia una piedra sagrada. Sin
embargo, en Carcino ha estallado una guerra civil entre una parte
partidaria de una alianza con Grado y otra partidaria de la actual
alianza con Frelia. Innes / James* se ve envuelto en una emboscada y
cuando todo parecía perdido, Eirika acude en su ayuda. Juntos
deciden ir a Jehanna y posteriormente a Rausten.
Sin
embargo, hay también problemas en Jehanna: En el palacio real, Grado
mantiene como rehén a la reina de Jehanna y le exigen entregarles la
piedra sagrada del país. Eirika trata de hacer frente a Grado para
liberar a la reina, y de pronto aparece Lyon ante Eirika para
asegurarle que a pesar de todo lo sucedido con Grado, él está de su
lado, y luego desaparece.
Mientras, la Reina de Jehanna se niega a
entregar la piedra y es asesinada, y la piedra sagrada destruida.
Antes de morir, la reina descubre a uno de los mercenarios del grupo,
Joshua, como su propio hijo y heredero de Jehanna, al que le entrega
las armas sagradas del país, la Espada Audhulma y el
tomo mágico de Excalibur.
Grado incendia el palacio,
obligando a Eirika a salir rápidamente afuera, donde se encuentra un
gran número de soldados del Grado.
Ruta
de Ephraim
Ephraim
vence una vez tras otra a las fuerzas de Grado y logra llegar a la
capital imperial. Tras una dura batalla ante el mismo Vigarde, logra
derrotarle. Vigarde se desintegra en un proceso relacionado con magia
oscura. Entonces, en el castillo, Ephraim se encuentra con Lyon,
quien le asegura que hará todo por conquistar Magvel como un plan
trazado muchos años atrás mientras fingía ser su amigo. Tras esto,
Lyon desaparece.
En las
mazmorras también encuentran un erudito que les cuenta que él
trabajaba con Lyon en el estudio del Emblema de Fuego. Pero un día
Vigarde muere a causa de una enfermedad y Lyon, desesperado, trata de
usar el Emblema de Fuego para resucitarlo. Consigue usar el poder del
Emblema de fuego, pero es contaminado por el alma del Rey Demonio.
La
piedra sagrada se dividió en dos: la piedra sagrada en sí y la
“piedra oscura”, que guardaba la esencia del Rey
Demonio. Lyon se quedó con la piedra oscura y destruyó la piedra
sagrada de Grado. Luego, usando a su resucitado padre como marioneta,
Lyon ordenó la invasión de los demás países y la destrucción de
las otras piedras.
Tras
contar la historia, el erudito les guía hasta las armas sagradas de
Grado, el hacha Garm y el tomo de magia oscura Gleipnir, que consigue Ephraim.
A partir
de este punto las rutas de Eirika y Ephraim se unen.
Ephraim
acude a Jehanna ante la noticia de que Eirika está en apuros y une
sus fuerzas con el grupo de Eirika. Tras vencer una vez más a Grado
los gemelos intercambian información; ambos se encontraron con Lyon,
pero mientras Eirika decía que Lyon les apoyaba, Ephraim aseguraba
que Lyon usó la piedra oscura para provocar la guerra. Ambos
acuerdan buscar a Lyon para aclarar la situación. Deciden que para
hacer frente a la piedra oscura, lo mejor que pueden hacer es reunir
las piedras sagradas que quedan para enfrentarse a la piedra
oscura.
La piedra
de Renais se encontraba intacta y escondida, ya que la que se exhibía
al público era falsa. El grupo llega a la capital de Renais y tras
expulsar a las fuerzas de Grado, descubren que sus brazaletes son la
clave para acceder a la piedra auténtica, junto a las armas sagradas
de Renais, la espada Sieglinde y la lanza Siegmund.
Con Renais
liberado, el ejército de los gemelos se dirige a Rausten pasando por
Jehanna. En el camino descubren que el Rey de Frelia les ha entregado
las armas sagradas de su país, la lanza Vidofnir y el
arco Nidhogg.
Más tarde se encuentran de nuevo con
Lyon, y se descubre que el Rey Demonio ha poseído su alma. Sin
embargo no todo está perdido: el alma de Lyon lucha por sobreponerse
a su lado oscuro en una terrible lucha interna. Tras el encuentro
Lyon escapa y los príncipes de Renais corren en su búsqueda. Una
vez que lo encuentran, Lyon, poseído por el Rey Demonio, les
arrebata la piedra sagrada de Renais y la destruye, y después se da
a la fuga.
Los gemelos se dan cuenta que ahora su única esperanza
contra el Rey Demonio reside en la piedra sagrada de Rausten: la
única que queda.
Al llegar
a la capital de Rausten defienden con éxito el palacio frente a un
último ataque de las fuerzas de Grado. Tras conseguir las últimas
armas sagradas, el tomo de luz Ivaldi y el bastón de Latona, junto a la piedra sagrada, se encaminan al
Bosque Oscuro: el lugar donde Grado derrotó al Rey Demonio hace 800
años y donde ahora se encuentra Lyon.
El Rey
Demonio planea volver de nuevo a la vida destruyendo el cuerpo y el
alma de Lyon. Eirika y Ephraim logran finalmente entrar al templo y
enfrentarse a Lyon: es la única manera de acabar con el Rey Demonio
e intentar salvar el alma del príncipe de Grado. Sin embargo, aunque
logran vencerle no hay posibilidades de salvación: Lyon muere y el Rey Demonio renace en alma y cuerpo. Con su último suspiro de
vida, Lyon declara su amor a Eirika y se despide de Ephraim, a quien
admiró toda su vida.
Eirika y
Ephraim se enfrentan al Rey Demonio, logrando atrapar de nuevo su
alma en la piedra sagrada de Rausten y confinándole una vez más.
Después hacen frente al cuerpo sin alma del Rey Demonio, al que finalmente destruyen.
Tras la
victoria Eirika y Ephraim vuelven a su tierra tras pasar por los
distintos países aliados y se dedicarán a la reconstrucción de
Renais, Grado y el resto de Magvel para asegurar un futuro de paz.