Sothe / Astrid

Apoyo C
Astrid ¿Estás aparejando las armas, Sothe?
Sothe Sí.
Astrid Perfecto. ¿Puedo hablar contigo?
Sothe A ver. ¿Qué quieres?
Astrid Manejas bien la daga. Si la memoria no me falla, las espadas son muy eficaces contra las hachas. Pero ¿sabrías decirme a qué arma supera el hacha en combate?
Sothe ¡Ja! ¿Acaso no lo sabes? ¡Menuda mercenaria estás tú hecha!
Astrid Huy... Lo siento. Perdona mi ignorancia. No hace mucho que empecé. Además, yo uso el arco.
Sothe Hm. ¿Qué hacías antes?, si se puede saber.
Astrid ¿Antes? Pues... No sé. Nada, la verdad.
Sothe ¿Nada? Me parece difícil llenar el estómago todos los días no haciendo nada. Ah. Ya lo entiendo. Eras noble, ¿no? Lo digo por esa forma cursi de hablar que tienes. Serías incapaz de diferenciar un hacho de una olla de cocido de rata. ¿Qué hace una blanda como tú metida en esta guerra?
Astrid (...)
Sothe En fin, no soy nadie para juzgarte. Mientras ensartes a un par de enemigos, a mí me basta.

Apoyo B
Astrid Ay... ¿Dónde estoy?
Sothe (...)
Astrid ¿Qué...? ¿Qué ha sucedido?
Sothe Te desmayaste. Pensé en dejarte allí tirada, pero me entraron remordimientos.
Astrid Lo siento...
Sothe Sé que no es cosa mía, pero ¿no estarás forzándote demasiado? El mero hecho de aguantar la mochila ya te cuesta. ¡Estás hecha una enclenque!
Astrid No tenía ni idea de lo cruel e ingrata que podía ser la guerra. Las marchas demoledoras día tras día... Ni siquiera duermo de noche por temor a un ataque sorpresa. Me ha abierto los ojos dolorosamente a mi propia fragilidad.
Sothe Los nobles no valen para la guerra. Como puedes ver, aquí no hay ayudas de cámara para atender tus caprichos. Seguro que en casa te espera una vida de lujos y libertad.
Astrid ¿Lujos y libertad? Quizá lujos, pero no libertad. Allí no existe.
Sothe No lo creo.
Astrid Mis padres ya han elegido por mí a mi futuro marido. He oído que es 30 años mayor que yo.
Sothe (...)
Astrid Me enrolé como voluntaria en los caballeros de Begnion para vivir la vida a mi manera. Por supuesto, mi familia se opuso rotundamente a la idea, pero pensaron que se me pasaría pronto. Creyeron que volvería llorando. No les daré esa satisfacción.
Sothe (...) No quería meterme donde no me llaman. Sólo era un comentario.
Astrid Lo sé... Gracias.

Apoyo A
Astrid Hola, Sothe. Gracias por lo del otro día.
Sothe ¿Por hablar? No hay que dar las gracias por eso.
Astrid No, te las mereces. Ahora me siento mejor.
Sothe Pensaba que los nobles no perdían el tiempo dando las gracias a nadie, pero... tú eres diferente...
Astrid ¿Lo soy?
Sothe Sí. La mayoría de los nobles pisotean a los plebeyos para darse la gran vida. Desde que tengo uso de razón, lo he vivido así. No conocen el sudor ni saben qué es una ampolla. Ellos no tienen que ganarse el pan. ¿Sabes la suerte que tienes?
Astrid ¡Pero tampoco tienen libertad! Mis hermanos son el orgullo de la casa. Como soldados, viven vidas llenas de gloria. Pero mis hermanas son tratadas como mercancías; prometidas a hombres que ni siquiera conocen. No saben qué es el amor. Recibo cartas de ellas cada ciertos años. La tinta está emborronada por las lágrimas.
Sothe Y tú no querías acabar como ellas.
Astrid No. Por eso no abandonaré esta guerra hasta que vea su fin.
Sothe Entiendo... No eres como los nobles que he conocido. Has trabajado duro. Eres como el resto de nosotros. Perdóname por creer que no eras más que otra señorita malcriada.
Astrid Gracias...
Sothe Sigue luchando como hasta ahora. Te has ganado tu libertad a pulso. ¡Que no te la quiten nunca!
Astrid No lo permitiré.


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