Gangrel: Cruel y sanguinario, el terror de Plegia.
Aversa: Mujer cruel al servicio de Plegia con gran poder de seducción.
Y... sin más dilación... por fin. Al fin. Las últimas f***ing frases. Habría salido más a cuenta spamear a los traductores durante meses hasta que cedieran para que dieran los datos directamente...
SPOILER:
Virion:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: Muy buenos días, cónyuge. ¿Qué ocultas ahí con tanto esmero?
-Amor: Saludos, amada esposa. Hoy estás más radiante que nunca.
-Halago: Estás más adorable que nunca, amor mío. Las flores se marchitarían de envidia.
-Promesa: Amor mío, ¿no crees que últimamente has sido muy temeraria? Me preocupas.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Ah, ¿esto? La escritura de unas tierras en Rosanne, una muestra de mi amor por ti.
-Amor: Tus palabras hacen que los bardos suenen como un sistro. Por eso te quiero.
-Halago: ¿Piensas como yo que soy atractivo? ¡Creía que te había cautivado mi humildad!
-Promesa: Gracias, amor mío, pero no temas. ¡Los héroes épicos somos duros cual roca!
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Estás bien, hijo/a? Pareces haber perdido tu brillo natural.
-Regalo: Hola, hijo/a. ¿Hay algo que tu padre pueda hacer por ti?
-Entrenar: Eres tan hábil como yo, hijo/a. ¿Entrenamos juntos?
-Historia: Mi valiente vástago, cuéntame algo del futuro. ¿Qué hacías en tu tiempo libre?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Estoy bien. A lo mejor es que me miras demasiado... cosa que suele pasarme.
-Regalo: Un pañuelo... o unos pañuelos, para que vayamos a jueg... ¿Por qué me miras así?
-Entrenar: ¡Haré lo que sea por alguien de mi sangre! Pero si me vences, no lo airees por ahí...
-Historia: ¡Me agrada que me lo preguntes! Mi historia es en verdad compleja, ejem... Hace mucho tiempo, en Rosanne, los dioses ampararon el nacimiento de... ¿Eh? Espera, ¡no te vayas!
Yarne:
Padre (pregunta):
-Preocupación: Padre, no haces más que estornudar en mi presencia. ¿Eres alérgico al pelo de taguel?
-Regalo: Padre, ¿quieres algo? No tengo muy claras las necesidades de los humanos.
-Entrenar: Entrenemos juntos, padre. Necesito ser más fuerte si quiero evitar la extinción.
-Historia: Padre, ¿cómo era la vida antes de que yo apareciera por aquí?
Padre (respuesta):
-Preocupación: Te preocupa que nos extingamos, ¿eh? Al menos, te tenemos a ti para protegernos.
-Regalo: ¡Quiero hermanitos y hermanitas taguel! ¡El futuro de una raza entera depende de ti!
-Entrenar: ¿Q-que luchemos? Bueno... está bien... pero ¡prométeme que no me matarás!
-Historia: El futuro es tan peligroso como el presente. ¡La muerte acecha en cada rincón! Así que lo único que hacía era esconderme en madrigueras o subirme a los árboles. Si te paras a pensarlo, en esta época soy mucho más valiente. Al menos, ahora lucho.
Madre (pregunta):
-Preocupación: ¡Tienes un corte en la oreja! ¡¿Saldrás de esta?! Si mueres, adiós a nuestra raza.
-Regalo: Madre, ¿qué puedo hacer por ti? Los taguel hemos de ayudarnos.
-Entrenar: ¡Tu sentido del oído es excepcional, madre! ¿Por qué no hacemos una competición?
-Historia: ¡Uf! ¡Qué alivio da ver a otro taguel! ¿Qué hacías antes de conocernos en esta era?
Madre (respuesta):
-Preocupación: Para nada. Si algo me hubiera sobresaltado, ahora no estaría aquí charlando contigo.
-Regalo: Oye, ¿y si me das algún hermanito taguel? ¡N-no me mires así! ¿Qué...? ¡Ay!
-Entrenar: ¡¿QUÉ?! Si ambos morimos, ¡será nuestra extinción! Mejor entrenemos nuestro salto.
-Historia: ¡El futuro es aterrador! Todos los días sentía que podía ser el último. Si yo moría, el mundo se olvidaría de los taguel, ¡de ti! ¡No podía soportarlo! Así que opté por la supervivencia, aunque eso me hiciera parecer un cobarde.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Linfan, pareces adormilado. ¿Estás bien?
-Regalo: ¿Quieres que te compre unas orejitas como las de tu padre? ¿No? Pues ¿qué quieres?
-Entrenar: Vamos a entrenar juntos. Si resulta que eres más fuerte que yo, te tocará protegerme.
-Historia: ¿Cómo era el futuro? ¿Había más taguel que ahora? ¿Qué te hacía feliz?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: ¡Por los dioses! ¡¿Tan mal estoy?! ¡Cielos, es mi fin! ¡El fin de los taguel! ¡¡Ayúdame!!
-Regalo: ¿Lo que sea? Vale, pues... ponte estas orejitas ya que no heredaste las mías.
-Entrenar: Vale, pero si me pasa algo, ponte estas orejitas y reza por que la especie sobreviva.
-Historia: Me aterra la idea de la extinción. Ya sabes, lo típico... Pero ¡tú tienes sangre taguel! No tienes nuestras orejitas, pero ¡eres uno de nosotros! Y eso es un alivio. ¡Espera, no! ¡¡No lo es!! ¡Eso significa que tengo que preocuparme por dos personas!
Laurent:
Padre (pregunta):
-Preocupación: Padre, creo que tu cabello se está debilitando. Estoy preocupado por ti.
-Regalo: ¿Puedo hacer algo por ti, padre? Como hijo, es mi deber estar a tu disposición.
-Entrenar: ¡Lucha, padre! Quiero mostrarte cuánta frustra... Eh... ¡Cuánta magia he aprendido!
-Historia: Padre, cuéntame tus experiencias de antes de conocernos.
Padre (respuesta):
-Preocupación: Gracias, pero estoy estupendamente. Deberías preocuparte más por ti.
-Regalo: ¿Quieres comprarme algo? Bien, pues... ¿cuánto estás dispuesto a invertir?
-Entrenar: De acuerdo, porque necesitas entrenar. En el futuro, madre siempre te vencía.
-Historia: ¿El futuro? Mmm... Bien. Antes de empezar te daré un consejo. ¡Esfuérzate por colocarlo todo en su sitio! Así evitarás futuras riñas con mi madre. ¡Casi tuvimos que solicitar la ayuda de un profesional! ¡Por tu culpa! Bueno, me alegra que hayamos hablado. Ahora podemos ser una familia feliz.
Madre (pregunta):
-Preocupación: Madre, se te ha caído esto. ¿Te encuentras bien? ¡A ti nunca se te caen las cosas!
-Regalo: Madre, tus bastimientos escasean. ¿Quieres que te ayude con el aprovisionamiento?
-Entrenar: Madre, ¿te importaría batirte en duelo conmigo? En el futuro nunca pude vencerte.
-Historia: Madre, ¿a qué dedicabas el tiempo antes de conocerme?
Madre (respuesta):
-Preocupación: ¿Estás... preocupada por mí? ¿Quién eres tú y qué has hecho con mi madre?
-Regalo: Quizá podrás empezar por rembolsarme los gastos de mi viaje en el tiempo.
-Entrenar: ¡Muy astuta! Utilizas a tu querido hijo para deshacerte de tus grimorios... ¡Acepto!
-Historia: Veamos... Empleé mi tiempo buscándote. Eras tan perfeccionista que te las arreglaste para desaparecer sin más. Así que me aferré a la estúpida idea de que quizá no habías muerto, y conociéndote... no me extrañaría que el viaje que realicé en el tiempo fuera uno de tus "experimentos".
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Linfan, ¿te encuentras bien? Pareces alicaído.
-Regalo: Linfan, ¿echas algo en falta? Mi hijo debería llevar al día su inventario.
-Entrenar: Linfan, tu meticulosidad roza lo extremo. ¡Veamos quién es el más minucioso!
-Historia: ¿Podrías darme detalles sobre el futuro? ¿Qué hacías, Linfan?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: ¿Sí? Pues estoy en perfecto estado, como siempre. Quizá solo sea un efecto óptico.
-Regalo: ¿De qué presupuesto dispones? Lo que me interesa tiene un valor astronómico.
-Entrenar: Espléndida idea. Usaré estos grimorios de más y así no tendré que ordenarlos.
-Historia: Bueno, solo me interesa saber si realmente coexistimos en el mismo espacio temporal. El enlace entre tu madre y yo tuvo sus consecuencias: modificamos el futuro. Lo que significa que... lo siento, necesito un poco de reposo. Tengo cefalea.
Kellam:
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Te encuentras bien, hijo/a? Parece que te vas a desmayar.
-Regalo: A ver... ¿Qué hace un buen padre? ¡Ah, ya sé! Hijo/a, ¿necesitas algo?
-Entrenar: Hijo/a, ¿y si practicamos juntos un día de estos? Quiero hacerme notar.
-Historia: Hijo/a, cuéntame cosas sobre el futuro.
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: No te preocupes. Me siento bien solo con saber que alguien me presta atención.
-Regalo: Solo quiero que la gente se percate de mi presencia, pero va a ser bastante difícil.
-Entrenar: Sin problema. Te juro que, aunque al principio no me veas, estaré allí contigo.
-Historia: Bueno, pues... hasta que llegaste tú, casi todo el mundo ignoraba mi presencia. Me sorprende que tú no tengas problemas para hacerte ver. Has salido a tu madre. ¡Dioses! Ni siquiera puedo contar con mi vástago para dejar huella en este mundo.
Zelcher:
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Cómo estás, Gerome? Tienes el semblante algo pálido hoy.
-Regalo: ¿Puedo ayudarte en algo, Gerome? Tu viaje ha debido de ser difícil.
-Entrenar: Acompáñame y practica conmigo, Gerome. Te vendrá bien.
-Historia: Cuéntame, Gerome, ¿cómo pasabas los días en el futuro? ¿Cómo era todo?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: No te preocupes. Me hago cargo de cualquier problema que pueda surgir.
-Regalo: Gracias, pero me basta con el detalle de que hayas pensado en mí, pequeño.
-Entrenar: Muy bien. ¡Lo que sea por mi querido hijo!
-Historia: ¡Je, je! Hacía mucho tiempo que no me preguntaban eso. ¿Nos tomamos un té? Así podremos charlar tranquilamente, antes de que te vayas a vagar por ahí en soledad. Y como des un solo paso sin mi permiso, enviaré a mi Minerva a por ti, ¿entendido?
Gerome:
Madre (pregunta):
-Preocupación: Madre, tu Minerva ha atacado a alguien. ¿Va todo bien?
-Regalo: Siempre estás de comercio en comercio. ¿Necesitas algo? Si quieres, te lo compro.
-Entrenar: Te reto, Zelcher. Jinete wyvern contra jinete wyvern.
-Historia: Madre... Quiero decir... Zelcher, ¿cómo era tu vida antes de que yo viniera?
Madre (respuesta):
-Preocupación: Agradezco tu preocupación, pero mejor ocúpate de ti misma primero.
-Regalo: Solo necesito dinero para el pienso de Minerva. ¡Come por cinco wyvern!
-Entrenar: Muy bien. Lo cierto es que me gustaría saber de qué eres capaz.
-Historia: Pues básicamente me dedicaba a cuidar de Minerva día y noche. Se acostumbró a mí más rápido de lo normal para un wyvern. ¡Estabas dichosa! Bueno, no tú, sino mi madre de verdad, la real... la que ahora está muerta. En fin, no deberías haber sacado el tema.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Linfan, ¿estás bien?
-Regalo: Si necesitas algo, no dudes en decírmelo, Linfan. Eres mi hijo y haré lo que sea por ti.
-Entrenar: Rétame a un duelo, Linfan. ¡Debemos saber si el hijo es capaz de superar al padre!
-Historia: Linfan, ¿cómo era yo en tu futuro?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Mi salud es inmejorable. No temas, no tienes por qué alarmarte así.
-Regalo: ¿Qué te parece buscarle pareja a Minerva? No es fácil atrapar a un wyvern macho.
-Entrenar: ¿Es que quieres estudiar mi técnica? No va a ser fácil... pero como quieras.
-Historia: Me cuesta creer que seas mi hijo. Intento quedarme al margen continuamente. Hasta hace poco, he vivido en mi propia época. ¿Quieres que te cuente cómo era? Tal vez no recuperes la memoria, pero estoy dispuesto a hacer tiempo.
Gaius:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Qué tienes ahí, cónyuge? ¿Es un postre? ¡No lo escondas!
-Amor: Me gustas más que el arroz con leche, cónyuge. ¡Hala! Ya lo he dicho.
-Halago: ¡Cónyuge, me gustas más que los bombones de chocolate con pasas!
-Promesa: Conmigo estás a salvo, cónyuge. No permitiré que te ocurra nada.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: ¡Rayos! Quería darte una sorpresa. Ten. Ayer... hice este pastel para ti.
-Amor: ¡Eres un bomboncito! Pues a mí... ¡me encantan los pasteles como tú!
-Halago: No eres la primera que me lo dice, pero sí eres la primera a la que correspondo.
-Promesa: No te preocupes por mí. Haré lo que sea para estar siempre a tu lado.
Donnel:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Eso qué es, cónyuge? Creo de que no lo había visto antes.
-Amor: Cuando te tengo a mi la'o, cónyuge, estoy flotando en una nube. ¡Esto es amor!
-Halago: ¡Qué bonita eres, cónyuge! No hay ni un día que no me se pase por la cabeza.
-Promesa: No dejaré que te lastimen, cónyuge. ¡Asín que no te apartes de mi la'o!
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Ah, ¿esto? Es una baratija que te compré. Pensé que te quedaría bien en el pescuezo.
-Amor: ¡Pues yo te quiero más! Y voy a dar to' lo que llevo dentro pa' protegerte.
-Halago: ¡¿De verdad?! ¡Yeeeeepa! ¡No me habían dicho algo asín jamás de los jamases!
-Promesa: ¡No te preocupes por mí, mujer! No seré ni listo ni guapo, pero sí soy duro de pelar.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¡Madre mía, hijo/a! ¡Tienes mu' mala pinta! ¿Es que te encuentras mal?
-Regalo: ¿Qué necesitas, hijo/a? Aquí está tu padre pa' que no te falte de na'.
-Entrenar: Íñigo, deberíamos entrenar juntos. ¡Quiero ver lo que vales!
-Historia: ¿A qué te dedicabas en el futuro, hijo/a?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Tranquilidad, que no cunda el pánico. Creo que no tengo na' grave.
-Regalo: Eres mu' amable, pero no quiero que andes por ahí derrochando el dinero por mí.
-Entrenar: ¡Lo que haga falta! Pero no te pases, que yo soy ningún fiera en lo de combatir.
-Historia: Pues hasta hace poco yo era un aldeano de lo más normal. No puedo presumir de na' aparte de ti, pero sé unas cuantas historias divertidas. ¿Quieres leer algunas cartas que me han envia'o del pueblo? ¡Son tronchantes!
Íñigo:
Padre (pregunta):
-Preocupación: Padre, ¿te has recuperado de esa caída en la charcha? Menos mal que nadie te vio.
-Regalo: ¿Puedo hacer algo por ti, padre? Querría haberte ayudado más en el futuro.
-Entrenar: Padre, ¿entrenamos juntos? Quiero comprobar si me he hecho más fuerte.
-Historia: Padre, ¿qué hacías en tu tiempo libre antes de que nos conociéramos?
Padre (respuesta):
-Preocupación: Tranquilo, padre. No me pasará nada.
-Regalo: Pues algo que me ayude con las chicas... ¡No, no! ¡Oro! ¡Un gran lingote de oro!
-Entrenar: ¿Tú y yo? Muy bien. ¡Así, si gano, podré pavonearme delante de las damas!
-Historia: Mmm... Cuando madre estaba viva, hablaba mucho de ti. Decía que eras valiente y dulce. ¡Se ve que la tenías locamente enamorada! La verdad es que me sorprendió ver lo norm... Eh... Mejor me callo.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Hoy te noto algo serio. ¿Estás enfermo?
-Regalo: Mi hijo debe tener éxito con las chicas. ¿Necesitas algo para tu próxima cita?
-Entrenar: Oye, ¿por qué no hacemos un concurso para ver quién consigue una cita antes?
-Historia: Linfan, ¿recuerdas si tu futuro es el mismo que el mío?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Pues espero que las damas no se den cuenta. Eso dificultaría las cosas.
-Regalo: ¡Por favor, hijo, no te preocupes! De hecho, tu sonrisa es más que suficiente.
-Entrenar: ¡Muy bien, pero solo si combatimos por el corazón de una damisela encantadora!
-Historia: Pues me paso... Bueno, me PASABA los días flirteando con chicas. Algo monótono, ¿no? Soy yo el que te debería preguntar sobre TU vida. ¿Había alguna chica especial? Si la tenías y está aquí... Bueno, no olvides hablar con tu padre si llegáis a romper.
Basilio:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Qué llevas ahí, Avatar? ¿Y por qué no lo guardas en el carro?
-Amor: Te quiero, Avatar, y jamás dejaré de hacerlo.
-Halago: ¡Vaya, Avatar! ¡Parece que tu belleza aumenta de un día para otro!
-Promesa: Avatar, prométeme que tendrás cuidado y que no harás locuras por mí.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Esto es una pieza del tesoro real de Ferox. Pensé que te quedaría bien. Toma, póntelo.
-Amor: ¿Es que intentas enternecerme con tus palabras?... Pues parece que funciona.
-Halago: Bah, yo soy el mismo tarugo de siempre, pero tú sí que estás despampanante hoy.
-Promesa: ¡Ja! Ya me mataron una vez y no me apetece pasar por lo mismo de nuevo, ¡jo, jo, jo!
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Te veo un poco fatigado, hijo. No querrás que tu viejo padre se preocupe, ¿no?
-Regalo: Si necesitas algo, dilo. Tu padre te lo conseguirá en un abrir y cerrar de ojos.
-Entrenar: Coge un arma. ¡Comprobemos si tienes madera de kan o no!
-Historia: ¿Cómo va eso, renacuajo? ¿Recuerdas ya algo del futuro?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Tranquilo. Seguro que recupero mi color habitual en cuanto me dé el sol.
-Regalo: Me gustaría recuperar mi trono, pero no creo que eso esté en tu mano, ¡jo, jo, jo!
-Entrenar: ¡Jo, jo! ¡Así se habla! En cuanto esto acabe, te enseñaré a luchar como un buen feroxí.
-Historia: Pues me dedicaba a vivir la vida. Empecé como pirata y terminé siendo kan, ¡ja, ja, ja! Tienes que probar cualquier profesión mientras seas joven y ver cuál te gusta más. Si no puedes recuperar tus recuerdos, ¡créate unos nuevos! ¿Me oyes?
Yen'fay:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: Avatar, se te va a caer eso de la bolsa. ¿Me dejas ver qué es?
-Amor: Te quiero, Avatar. Quizá esta sea mi última ocasión para decírtelo.
-Halago: Estás encantadora, Avatar, y que nadie lo ponga en duda jamás.
-Promesa: Avatar, eres todo lo que necesito en esta vida. No dejes que nada te ocurra.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Es un tónico especial capaz de curar todas las heridas. Lo he comprado para ti.
-Amor: Yo también te quiero, y te protegeré aun a costa de mi propia vida.
-Halago: Si eso es lo que piensas, soy de veras afortunado, amada mía.
-Promesa: Nunca me perdonaría si hiciera algo que te afligiera. Estaré siempre a tu lado.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Cómo estás, Linfan? Oye, no deberías esforzarte tanto en el campo de batalla.
-Regalo: Linfan, no quiero que te falte de nada. ¿Qué necesitas?
-Entrenar: Me gustaría que entrenáramos juntos. Sabrás empuñar la espada, ¿no?
-Historia: Linfan, ¿podrías contarme algo más acerca del futuro?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Tranquilo, hijo. No te preocupes.
-Regalo: No te preocupes, Linfan. Ya eres un hijo magnífico, el mejor que yo podría desear.
-Entrenar: ¡Por supuesto! Es una sugerencia excelente. Además, estaba empezando a descuidarme.
-Historia: Mmm... Creo que es mejor que hablemos del pasado en otra ocasión. Necesito más tiempo para revisar y digerir mis decisiones y mis errores. Tranquilo, que no me has importunado. Me hacía falta un toque de atención.
Priam:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Qué tienes ahí, Avatar? ¿A qué viene tanto secretismo?
-Amor: Te quiero de veras, Avatar. Quédate siempre a mi lado.
-Halago: Debo confesar que me pareces más bella cada día, Avatar.
-Promesa: Quédate cerca de mí durante las batallas, Avatar. No quiero perderte.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Es un colgante para ti. No es gran cosa, pero tú consigues que todo sea valioso.
-Amor: Yo también te quiero. Más que a nada.
-Halago: Je, je... Gracias. Y tú estás deslumbrante.
-Promesa: No temas por mí. Si me precipito es hacia la victoria, no hacia una muerte prematura.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Te veo regular, hijo. Los guerreros también tenemos que descansar de vez en cuando.
-Regalo: ¿Necesitas algo? Quiero ser un buena padre. Pídeme lo que se te antoje.
-Entrenar: ¡Lucha contra mí! Como mi descendiente, no me será nada fácil vencerte.
-Historia: Me gustaría que me contaras cosas del futuro. Lo que sea.
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: ¿En serio? Pues yo me siento bien. Lamento preocuparte.
-Regalo: Con un buen filete crudo me conformo.
-Entrenar: Muy bien, pero te aviso de que yo jamás me contengo, ni siquiera con mi vástago.
-Historia: Bueno, hasta hace poco vivía en una aldea recóndita y me entraba para ser el mejor. Al dejar ese lugar y conocerte a ti... mi vida dio un giro radical, ¡ja, ja, ja! Me gustaría volver algún día y contarles la buena noticia a mis amigos.
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: Muy buenos días, cónyuge. ¿Qué ocultas ahí con tanto esmero?
-Amor: Saludos, amada esposa. Hoy estás más radiante que nunca.
-Halago: Estás más adorable que nunca, amor mío. Las flores se marchitarían de envidia.
-Promesa: Amor mío, ¿no crees que últimamente has sido muy temeraria? Me preocupas.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Ah, ¿esto? La escritura de unas tierras en Rosanne, una muestra de mi amor por ti.
-Amor: Tus palabras hacen que los bardos suenen como un sistro. Por eso te quiero.
-Halago: ¿Piensas como yo que soy atractivo? ¡Creía que te había cautivado mi humildad!
-Promesa: Gracias, amor mío, pero no temas. ¡Los héroes épicos somos duros cual roca!
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Estás bien, hijo/a? Pareces haber perdido tu brillo natural.
-Regalo: Hola, hijo/a. ¿Hay algo que tu padre pueda hacer por ti?
-Entrenar: Eres tan hábil como yo, hijo/a. ¿Entrenamos juntos?
-Historia: Mi valiente vástago, cuéntame algo del futuro. ¿Qué hacías en tu tiempo libre?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Estoy bien. A lo mejor es que me miras demasiado... cosa que suele pasarme.
-Regalo: Un pañuelo... o unos pañuelos, para que vayamos a jueg... ¿Por qué me miras así?
-Entrenar: ¡Haré lo que sea por alguien de mi sangre! Pero si me vences, no lo airees por ahí...
-Historia: ¡Me agrada que me lo preguntes! Mi historia es en verdad compleja, ejem... Hace mucho tiempo, en Rosanne, los dioses ampararon el nacimiento de... ¿Eh? Espera, ¡no te vayas!
Yarne:
Padre (pregunta):
-Preocupación: Padre, no haces más que estornudar en mi presencia. ¿Eres alérgico al pelo de taguel?
-Regalo: Padre, ¿quieres algo? No tengo muy claras las necesidades de los humanos.
-Entrenar: Entrenemos juntos, padre. Necesito ser más fuerte si quiero evitar la extinción.
-Historia: Padre, ¿cómo era la vida antes de que yo apareciera por aquí?
Padre (respuesta):
-Preocupación: Te preocupa que nos extingamos, ¿eh? Al menos, te tenemos a ti para protegernos.
-Regalo: ¡Quiero hermanitos y hermanitas taguel! ¡El futuro de una raza entera depende de ti!
-Entrenar: ¿Q-que luchemos? Bueno... está bien... pero ¡prométeme que no me matarás!
-Historia: El futuro es tan peligroso como el presente. ¡La muerte acecha en cada rincón! Así que lo único que hacía era esconderme en madrigueras o subirme a los árboles. Si te paras a pensarlo, en esta época soy mucho más valiente. Al menos, ahora lucho.
Madre (pregunta):
-Preocupación: ¡Tienes un corte en la oreja! ¡¿Saldrás de esta?! Si mueres, adiós a nuestra raza.
-Regalo: Madre, ¿qué puedo hacer por ti? Los taguel hemos de ayudarnos.
-Entrenar: ¡Tu sentido del oído es excepcional, madre! ¿Por qué no hacemos una competición?
-Historia: ¡Uf! ¡Qué alivio da ver a otro taguel! ¿Qué hacías antes de conocernos en esta era?
Madre (respuesta):
-Preocupación: Para nada. Si algo me hubiera sobresaltado, ahora no estaría aquí charlando contigo.
-Regalo: Oye, ¿y si me das algún hermanito taguel? ¡N-no me mires así! ¿Qué...? ¡Ay!
-Entrenar: ¡¿QUÉ?! Si ambos morimos, ¡será nuestra extinción! Mejor entrenemos nuestro salto.
-Historia: ¡El futuro es aterrador! Todos los días sentía que podía ser el último. Si yo moría, el mundo se olvidaría de los taguel, ¡de ti! ¡No podía soportarlo! Así que opté por la supervivencia, aunque eso me hiciera parecer un cobarde.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Linfan, pareces adormilado. ¿Estás bien?
-Regalo: ¿Quieres que te compre unas orejitas como las de tu padre? ¿No? Pues ¿qué quieres?
-Entrenar: Vamos a entrenar juntos. Si resulta que eres más fuerte que yo, te tocará protegerme.
-Historia: ¿Cómo era el futuro? ¿Había más taguel que ahora? ¿Qué te hacía feliz?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: ¡Por los dioses! ¡¿Tan mal estoy?! ¡Cielos, es mi fin! ¡El fin de los taguel! ¡¡Ayúdame!!
-Regalo: ¿Lo que sea? Vale, pues... ponte estas orejitas ya que no heredaste las mías.
-Entrenar: Vale, pero si me pasa algo, ponte estas orejitas y reza por que la especie sobreviva.
-Historia: Me aterra la idea de la extinción. Ya sabes, lo típico... Pero ¡tú tienes sangre taguel! No tienes nuestras orejitas, pero ¡eres uno de nosotros! Y eso es un alivio. ¡Espera, no! ¡¡No lo es!! ¡Eso significa que tengo que preocuparme por dos personas!
Laurent:
Padre (pregunta):
-Preocupación: Padre, creo que tu cabello se está debilitando. Estoy preocupado por ti.
-Regalo: ¿Puedo hacer algo por ti, padre? Como hijo, es mi deber estar a tu disposición.
-Entrenar: ¡Lucha, padre! Quiero mostrarte cuánta frustra... Eh... ¡Cuánta magia he aprendido!
-Historia: Padre, cuéntame tus experiencias de antes de conocernos.
Padre (respuesta):
-Preocupación: Gracias, pero estoy estupendamente. Deberías preocuparte más por ti.
-Regalo: ¿Quieres comprarme algo? Bien, pues... ¿cuánto estás dispuesto a invertir?
-Entrenar: De acuerdo, porque necesitas entrenar. En el futuro, madre siempre te vencía.
-Historia: ¿El futuro? Mmm... Bien. Antes de empezar te daré un consejo. ¡Esfuérzate por colocarlo todo en su sitio! Así evitarás futuras riñas con mi madre. ¡Casi tuvimos que solicitar la ayuda de un profesional! ¡Por tu culpa! Bueno, me alegra que hayamos hablado. Ahora podemos ser una familia feliz.
Madre (pregunta):
-Preocupación: Madre, se te ha caído esto. ¿Te encuentras bien? ¡A ti nunca se te caen las cosas!
-Regalo: Madre, tus bastimientos escasean. ¿Quieres que te ayude con el aprovisionamiento?
-Entrenar: Madre, ¿te importaría batirte en duelo conmigo? En el futuro nunca pude vencerte.
-Historia: Madre, ¿a qué dedicabas el tiempo antes de conocerme?
Madre (respuesta):
-Preocupación: ¿Estás... preocupada por mí? ¿Quién eres tú y qué has hecho con mi madre?
-Regalo: Quizá podrás empezar por rembolsarme los gastos de mi viaje en el tiempo.
-Entrenar: ¡Muy astuta! Utilizas a tu querido hijo para deshacerte de tus grimorios... ¡Acepto!
-Historia: Veamos... Empleé mi tiempo buscándote. Eras tan perfeccionista que te las arreglaste para desaparecer sin más. Así que me aferré a la estúpida idea de que quizá no habías muerto, y conociéndote... no me extrañaría que el viaje que realicé en el tiempo fuera uno de tus "experimentos".
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Linfan, ¿te encuentras bien? Pareces alicaído.
-Regalo: Linfan, ¿echas algo en falta? Mi hijo debería llevar al día su inventario.
-Entrenar: Linfan, tu meticulosidad roza lo extremo. ¡Veamos quién es el más minucioso!
-Historia: ¿Podrías darme detalles sobre el futuro? ¿Qué hacías, Linfan?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: ¿Sí? Pues estoy en perfecto estado, como siempre. Quizá solo sea un efecto óptico.
-Regalo: ¿De qué presupuesto dispones? Lo que me interesa tiene un valor astronómico.
-Entrenar: Espléndida idea. Usaré estos grimorios de más y así no tendré que ordenarlos.
-Historia: Bueno, solo me interesa saber si realmente coexistimos en el mismo espacio temporal. El enlace entre tu madre y yo tuvo sus consecuencias: modificamos el futuro. Lo que significa que... lo siento, necesito un poco de reposo. Tengo cefalea.
Kellam:
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Te encuentras bien, hijo/a? Parece que te vas a desmayar.
-Regalo: A ver... ¿Qué hace un buen padre? ¡Ah, ya sé! Hijo/a, ¿necesitas algo?
-Entrenar: Hijo/a, ¿y si practicamos juntos un día de estos? Quiero hacerme notar.
-Historia: Hijo/a, cuéntame cosas sobre el futuro.
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: No te preocupes. Me siento bien solo con saber que alguien me presta atención.
-Regalo: Solo quiero que la gente se percate de mi presencia, pero va a ser bastante difícil.
-Entrenar: Sin problema. Te juro que, aunque al principio no me veas, estaré allí contigo.
-Historia: Bueno, pues... hasta que llegaste tú, casi todo el mundo ignoraba mi presencia. Me sorprende que tú no tengas problemas para hacerte ver. Has salido a tu madre. ¡Dioses! Ni siquiera puedo contar con mi vástago para dejar huella en este mundo.
Zelcher:
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Cómo estás, Gerome? Tienes el semblante algo pálido hoy.
-Regalo: ¿Puedo ayudarte en algo, Gerome? Tu viaje ha debido de ser difícil.
-Entrenar: Acompáñame y practica conmigo, Gerome. Te vendrá bien.
-Historia: Cuéntame, Gerome, ¿cómo pasabas los días en el futuro? ¿Cómo era todo?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: No te preocupes. Me hago cargo de cualquier problema que pueda surgir.
-Regalo: Gracias, pero me basta con el detalle de que hayas pensado en mí, pequeño.
-Entrenar: Muy bien. ¡Lo que sea por mi querido hijo!
-Historia: ¡Je, je! Hacía mucho tiempo que no me preguntaban eso. ¿Nos tomamos un té? Así podremos charlar tranquilamente, antes de que te vayas a vagar por ahí en soledad. Y como des un solo paso sin mi permiso, enviaré a mi Minerva a por ti, ¿entendido?
Gerome:
Madre (pregunta):
-Preocupación: Madre, tu Minerva ha atacado a alguien. ¿Va todo bien?
-Regalo: Siempre estás de comercio en comercio. ¿Necesitas algo? Si quieres, te lo compro.
-Entrenar: Te reto, Zelcher. Jinete wyvern contra jinete wyvern.
-Historia: Madre... Quiero decir... Zelcher, ¿cómo era tu vida antes de que yo viniera?
Madre (respuesta):
-Preocupación: Agradezco tu preocupación, pero mejor ocúpate de ti misma primero.
-Regalo: Solo necesito dinero para el pienso de Minerva. ¡Come por cinco wyvern!
-Entrenar: Muy bien. Lo cierto es que me gustaría saber de qué eres capaz.
-Historia: Pues básicamente me dedicaba a cuidar de Minerva día y noche. Se acostumbró a mí más rápido de lo normal para un wyvern. ¡Estabas dichosa! Bueno, no tú, sino mi madre de verdad, la real... la que ahora está muerta. En fin, no deberías haber sacado el tema.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Linfan, ¿estás bien?
-Regalo: Si necesitas algo, no dudes en decírmelo, Linfan. Eres mi hijo y haré lo que sea por ti.
-Entrenar: Rétame a un duelo, Linfan. ¡Debemos saber si el hijo es capaz de superar al padre!
-Historia: Linfan, ¿cómo era yo en tu futuro?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Mi salud es inmejorable. No temas, no tienes por qué alarmarte así.
-Regalo: ¿Qué te parece buscarle pareja a Minerva? No es fácil atrapar a un wyvern macho.
-Entrenar: ¿Es que quieres estudiar mi técnica? No va a ser fácil... pero como quieras.
-Historia: Me cuesta creer que seas mi hijo. Intento quedarme al margen continuamente. Hasta hace poco, he vivido en mi propia época. ¿Quieres que te cuente cómo era? Tal vez no recuperes la memoria, pero estoy dispuesto a hacer tiempo.
Gaius:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Qué tienes ahí, cónyuge? ¿Es un postre? ¡No lo escondas!
-Amor: Me gustas más que el arroz con leche, cónyuge. ¡Hala! Ya lo he dicho.
-Halago: ¡Cónyuge, me gustas más que los bombones de chocolate con pasas!
-Promesa: Conmigo estás a salvo, cónyuge. No permitiré que te ocurra nada.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: ¡Rayos! Quería darte una sorpresa. Ten. Ayer... hice este pastel para ti.
-Amor: ¡Eres un bomboncito! Pues a mí... ¡me encantan los pasteles como tú!
-Halago: No eres la primera que me lo dice, pero sí eres la primera a la que correspondo.
-Promesa: No te preocupes por mí. Haré lo que sea para estar siempre a tu lado.
Donnel:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Eso qué es, cónyuge? Creo de que no lo había visto antes.
-Amor: Cuando te tengo a mi la'o, cónyuge, estoy flotando en una nube. ¡Esto es amor!
-Halago: ¡Qué bonita eres, cónyuge! No hay ni un día que no me se pase por la cabeza.
-Promesa: No dejaré que te lastimen, cónyuge. ¡Asín que no te apartes de mi la'o!
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Ah, ¿esto? Es una baratija que te compré. Pensé que te quedaría bien en el pescuezo.
-Amor: ¡Pues yo te quiero más! Y voy a dar to' lo que llevo dentro pa' protegerte.
-Halago: ¡¿De verdad?! ¡Yeeeeepa! ¡No me habían dicho algo asín jamás de los jamases!
-Promesa: ¡No te preocupes por mí, mujer! No seré ni listo ni guapo, pero sí soy duro de pelar.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¡Madre mía, hijo/a! ¡Tienes mu' mala pinta! ¿Es que te encuentras mal?
-Regalo: ¿Qué necesitas, hijo/a? Aquí está tu padre pa' que no te falte de na'.
-Entrenar: Íñigo, deberíamos entrenar juntos. ¡Quiero ver lo que vales!
-Historia: ¿A qué te dedicabas en el futuro, hijo/a?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Tranquilidad, que no cunda el pánico. Creo que no tengo na' grave.
-Regalo: Eres mu' amable, pero no quiero que andes por ahí derrochando el dinero por mí.
-Entrenar: ¡Lo que haga falta! Pero no te pases, que yo soy ningún fiera en lo de combatir.
-Historia: Pues hasta hace poco yo era un aldeano de lo más normal. No puedo presumir de na' aparte de ti, pero sé unas cuantas historias divertidas. ¿Quieres leer algunas cartas que me han envia'o del pueblo? ¡Son tronchantes!
Íñigo:
Padre (pregunta):
-Preocupación: Padre, ¿te has recuperado de esa caída en la charcha? Menos mal que nadie te vio.
-Regalo: ¿Puedo hacer algo por ti, padre? Querría haberte ayudado más en el futuro.
-Entrenar: Padre, ¿entrenamos juntos? Quiero comprobar si me he hecho más fuerte.
-Historia: Padre, ¿qué hacías en tu tiempo libre antes de que nos conociéramos?
Padre (respuesta):
-Preocupación: Tranquilo, padre. No me pasará nada.
-Regalo: Pues algo que me ayude con las chicas... ¡No, no! ¡Oro! ¡Un gran lingote de oro!
-Entrenar: ¿Tú y yo? Muy bien. ¡Así, si gano, podré pavonearme delante de las damas!
-Historia: Mmm... Cuando madre estaba viva, hablaba mucho de ti. Decía que eras valiente y dulce. ¡Se ve que la tenías locamente enamorada! La verdad es que me sorprendió ver lo norm... Eh... Mejor me callo.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Hoy te noto algo serio. ¿Estás enfermo?
-Regalo: Mi hijo debe tener éxito con las chicas. ¿Necesitas algo para tu próxima cita?
-Entrenar: Oye, ¿por qué no hacemos un concurso para ver quién consigue una cita antes?
-Historia: Linfan, ¿recuerdas si tu futuro es el mismo que el mío?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Pues espero que las damas no se den cuenta. Eso dificultaría las cosas.
-Regalo: ¡Por favor, hijo, no te preocupes! De hecho, tu sonrisa es más que suficiente.
-Entrenar: ¡Muy bien, pero solo si combatimos por el corazón de una damisela encantadora!
-Historia: Pues me paso... Bueno, me PASABA los días flirteando con chicas. Algo monótono, ¿no? Soy yo el que te debería preguntar sobre TU vida. ¿Había alguna chica especial? Si la tenías y está aquí... Bueno, no olvides hablar con tu padre si llegáis a romper.
Basilio:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Qué llevas ahí, Avatar? ¿Y por qué no lo guardas en el carro?
-Amor: Te quiero, Avatar, y jamás dejaré de hacerlo.
-Halago: ¡Vaya, Avatar! ¡Parece que tu belleza aumenta de un día para otro!
-Promesa: Avatar, prométeme que tendrás cuidado y que no harás locuras por mí.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Esto es una pieza del tesoro real de Ferox. Pensé que te quedaría bien. Toma, póntelo.
-Amor: ¿Es que intentas enternecerme con tus palabras?... Pues parece que funciona.
-Halago: Bah, yo soy el mismo tarugo de siempre, pero tú sí que estás despampanante hoy.
-Promesa: ¡Ja! Ya me mataron una vez y no me apetece pasar por lo mismo de nuevo, ¡jo, jo, jo!
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Te veo un poco fatigado, hijo. No querrás que tu viejo padre se preocupe, ¿no?
-Regalo: Si necesitas algo, dilo. Tu padre te lo conseguirá en un abrir y cerrar de ojos.
-Entrenar: Coge un arma. ¡Comprobemos si tienes madera de kan o no!
-Historia: ¿Cómo va eso, renacuajo? ¿Recuerdas ya algo del futuro?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Tranquilo. Seguro que recupero mi color habitual en cuanto me dé el sol.
-Regalo: Me gustaría recuperar mi trono, pero no creo que eso esté en tu mano, ¡jo, jo, jo!
-Entrenar: ¡Jo, jo! ¡Así se habla! En cuanto esto acabe, te enseñaré a luchar como un buen feroxí.
-Historia: Pues me dedicaba a vivir la vida. Empecé como pirata y terminé siendo kan, ¡ja, ja, ja! Tienes que probar cualquier profesión mientras seas joven y ver cuál te gusta más. Si no puedes recuperar tus recuerdos, ¡créate unos nuevos! ¿Me oyes?
Yen'fay:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: Avatar, se te va a caer eso de la bolsa. ¿Me dejas ver qué es?
-Amor: Te quiero, Avatar. Quizá esta sea mi última ocasión para decírtelo.
-Halago: Estás encantadora, Avatar, y que nadie lo ponga en duda jamás.
-Promesa: Avatar, eres todo lo que necesito en esta vida. No dejes que nada te ocurra.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Es un tónico especial capaz de curar todas las heridas. Lo he comprado para ti.
-Amor: Yo también te quiero, y te protegeré aun a costa de mi propia vida.
-Halago: Si eso es lo que piensas, soy de veras afortunado, amada mía.
-Promesa: Nunca me perdonaría si hiciera algo que te afligiera. Estaré siempre a tu lado.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: ¿Cómo estás, Linfan? Oye, no deberías esforzarte tanto en el campo de batalla.
-Regalo: Linfan, no quiero que te falte de nada. ¿Qué necesitas?
-Entrenar: Me gustaría que entrenáramos juntos. Sabrás empuñar la espada, ¿no?
-Historia: Linfan, ¿podrías contarme algo más acerca del futuro?
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: Tranquilo, hijo. No te preocupes.
-Regalo: No te preocupes, Linfan. Ya eres un hijo magnífico, el mejor que yo podría desear.
-Entrenar: ¡Por supuesto! Es una sugerencia excelente. Además, estaba empezando a descuidarme.
-Historia: Mmm... Creo que es mejor que hablemos del pasado en otra ocasión. Necesito más tiempo para revisar y digerir mis decisiones y mis errores. Tranquilo, que no me has importunado. Me hacía falta un toque de atención.
Priam:
Cónyuge (pregunta):
-Regalo: ¿Qué tienes ahí, Avatar? ¿A qué viene tanto secretismo?
-Amor: Te quiero de veras, Avatar. Quédate siempre a mi lado.
-Halago: Debo confesar que me pareces más bella cada día, Avatar.
-Promesa: Quédate cerca de mí durante las batallas, Avatar. No quiero perderte.
Cónyuge (respuesta):
-Regalo: Es un colgante para ti. No es gran cosa, pero tú consigues que todo sea valioso.
-Amor: Yo también te quiero. Más que a nada.
-Halago: Je, je... Gracias. Y tú estás deslumbrante.
-Promesa: No temas por mí. Si me precipito es hacia la victoria, no hacia una muerte prematura.
Descendencia (pregunta):
-Preocupación: Te veo regular, hijo. Los guerreros también tenemos que descansar de vez en cuando.
-Regalo: ¿Necesitas algo? Quiero ser un buena padre. Pídeme lo que se te antoje.
-Entrenar: ¡Lucha contra mí! Como mi descendiente, no me será nada fácil vencerte.
-Historia: Me gustaría que me contaras cosas del futuro. Lo que sea.
Descendencia (respuesta):
-Preocupación: ¿En serio? Pues yo me siento bien. Lamento preocuparte.
-Regalo: Con un buen filete crudo me conformo.
-Entrenar: Muy bien, pero te aviso de que yo jamás me contengo, ni siquiera con mi vástago.
-Historia: Bueno, hasta hace poco vivía en una aldea recóndita y me entraba para ser el mejor. Al dejar ese lugar y conocerte a ti... mi vida dio un giro radical, ¡ja, ja, ja! Me gustaría volver algún día y contarles la buena noticia a mis amigos.
E igualmente algunos finales más. Que por cierto, se puede borrar todos los de Sumia vacíos, los que se pueden tener ya están puestos
SPOILER:
Gerome - Jinete enmascarado = Linfan (F) - Regalo del futuro
Gerome y Linfan se casaron y se asentaron cerca del Valle del Wyvern. Aunque Linfan nunca llegó a recuperar la memoria, a ella no pareció importarle. Los dos tuvieron una vida feliz juntos.
Laurent - El Deslindador = Nah - Pequeña dama
Laurent decidió viajar por todo el mundo junto a Nah para igualar el intelecto de su madre. Su enorme curiosidad les llevó a vivir muchas aventuras que ellos después plasmaron en una gran novela.
Donnel - Héroe rural = Zelcher - Amiga de los wyvern
Donnel volvió a su aldea y llevó una vida feliz junto a su madre y su mujer. Con su cálida sonrisa y sus habilidades, Zelcher no tardó en ganarse el cariño de su nueva familia.
Donnel - Héroe rural = Tharja - Acosadora siniestra
Donnel volvió a su aldea y llevó una vida feliz junto a su madre y Tharja. A su mujer nunca llegaron a caerle bien sus vecinos, pero dicen que sonreía con ternura cuando estaba con su familia.
Frederick - Teniente distante = Cordelia - Adalid de caballeros
Como capitán de los caballeros de Ylisse, Frederick se dedicó a mantener la paz e instruir a los nuevos reclutas. Cordelia tardó en acostumbrarse a la enseñanza tras abandonar su verdadera vocación.
Frederick - Teniente distante = Maribelle - Dama estricta
Como capitán de los caballeros de Ylisse, Frederick se dedicó a mantener la paz e instruir a los nuevos reclutas. Su mujer Maribelle hizo su parte por Ylisse estudiando duro para ser una gran magistrada.
Gaius - Robadulces = Sully - Caballero carmesí
Gaius nunca dejó de ser un goloso, pero tampoco perdió el gusto por ciertas actividades poco... lícitas. A Sully esto no le hizo ninguna gracia y se dice que lo obligó a entrar en los caballero de Ylisse.
Gregor - Soldado de fortuna = Lissa - Sacerdotisa vivaz
Tras la guerra Gregor se entregó brevemente a una vida de excesos, pero cuando Lissa decidió viajar por el mundo de incógnito, su curtido esposo la siguió para protegerla y hacerle compañía.
Gregor - Soldado de fortuna = Miriel - Erudita aguda
Tras la guerra Gregor se entregó brevemente a una vida de excesos, pero cuando su mujer empezó a tratarlo como a un mueble, volvió a ser mercenario. Miriel lo ayudaba investigando a sus objetivos.
Henry - Hematofílico = Cordelia - Adalid de caballeros
Henry sentó cabeza con Cordelia y, para sorpresa de todos, resultó ser un padre estupendo. Su hija creció en un mundo pacífico junto a ambos y se dice que destacaba por su simpatía.
Kellam - Campeón en el olvido = Lissa - Sacerdotisa vivaz
La indómita Lissa recorrió el mundo y compartió sus descubrimientos con su hermano. Sus peripecias perduran hoy como relatos divertidos. El nombre de su marido se ha perdido en la historia.
Kellam - Campeón en el olvido = Miriel - Erudita aguda
Miriel se quedó en Ylisse, pero a veces desaparecía varios días para seguir sus estudios. Acabó ideando uno de los mayores inventos jamás concebidos. El nombre de su marido se ha perdido en la historia.
Libra - Fraile atractivo = Nowi - Joven eterna
Muchos huérfanos hallaron la felicidad en el orfanato que Libra y su mujer abrieron tras la guerra. Nowi intentaba cuidar de los niños como mejor podía, pero a menudo eran ellos los que cuidaban de ella.
Lon'zu - Ginefóbico = Olivia - Bailarina tímida
Lon'zu regresó a Regna Ferox y se convirtió en la mano derecha de Basilio. Cuando su esposa Olivia era enviada por el Kan del Oeste a otros países, Lon'zu siempre la acompañaba para protegerla.
Stahl - Caballero turquesa = Tharja - Acosadora siniestra
Stahl dirigió varias misiones cruciales al frente de los caballeros de Ylisse. Sus meteduras de pata le sacaron los colores a su esposa Tharja en más de una ocasión, pero la pareja fue muy feliz.
Vaike - Héroe sufrido = Nowi - Joven eterna
Vaike fue recibido como un héroe en las calles en que se crio. Aun así, los niños le cogieron más cariño a su esposa Nowi, que jugaba con ellos todos los días y parecía no envejecer jamás.
Vaike - Héroe sufrido = Olivia - Bailarina tímida
Vaike fue recibido como un héroe en las calles en que se crio. Aun así, no pudo competir con su mujer Olivia, cuyos modestos pero embelesadores bailes hicieron que alcanzara una popularidad mayor.
Virion - Arquero de arqueros = Maribelle - Dama estricta
Virion regresó a Rosanne, donde le acusaron de traidor y cobarde, pero como su mujer Maribelle trataba a todo el mundo de forma justa y ecuánime, acabaron perdonándolo con el tiempo.
Virion - Arquero de arqueros = Palne - Taguel orgullosa
Virion regresó a Rosanne, donde le acusaron de traidor y cobarde. No obstante, la dedicación de su mujer Palne le hizo recuperar su buena imagen ante el pueblo.
Gerome y Linfan se casaron y se asentaron cerca del Valle del Wyvern. Aunque Linfan nunca llegó a recuperar la memoria, a ella no pareció importarle. Los dos tuvieron una vida feliz juntos.
Laurent - El Deslindador = Nah - Pequeña dama
Laurent decidió viajar por todo el mundo junto a Nah para igualar el intelecto de su madre. Su enorme curiosidad les llevó a vivir muchas aventuras que ellos después plasmaron en una gran novela.
Donnel - Héroe rural = Zelcher - Amiga de los wyvern
Donnel volvió a su aldea y llevó una vida feliz junto a su madre y su mujer. Con su cálida sonrisa y sus habilidades, Zelcher no tardó en ganarse el cariño de su nueva familia.
Donnel - Héroe rural = Tharja - Acosadora siniestra
Donnel volvió a su aldea y llevó una vida feliz junto a su madre y Tharja. A su mujer nunca llegaron a caerle bien sus vecinos, pero dicen que sonreía con ternura cuando estaba con su familia.
Frederick - Teniente distante = Cordelia - Adalid de caballeros
Como capitán de los caballeros de Ylisse, Frederick se dedicó a mantener la paz e instruir a los nuevos reclutas. Cordelia tardó en acostumbrarse a la enseñanza tras abandonar su verdadera vocación.
Frederick - Teniente distante = Maribelle - Dama estricta
Como capitán de los caballeros de Ylisse, Frederick se dedicó a mantener la paz e instruir a los nuevos reclutas. Su mujer Maribelle hizo su parte por Ylisse estudiando duro para ser una gran magistrada.
Gaius - Robadulces = Sully - Caballero carmesí
Gaius nunca dejó de ser un goloso, pero tampoco perdió el gusto por ciertas actividades poco... lícitas. A Sully esto no le hizo ninguna gracia y se dice que lo obligó a entrar en los caballero de Ylisse.
Gregor - Soldado de fortuna = Lissa - Sacerdotisa vivaz
Tras la guerra Gregor se entregó brevemente a una vida de excesos, pero cuando Lissa decidió viajar por el mundo de incógnito, su curtido esposo la siguió para protegerla y hacerle compañía.
Gregor - Soldado de fortuna = Miriel - Erudita aguda
Tras la guerra Gregor se entregó brevemente a una vida de excesos, pero cuando su mujer empezó a tratarlo como a un mueble, volvió a ser mercenario. Miriel lo ayudaba investigando a sus objetivos.
Henry - Hematofílico = Cordelia - Adalid de caballeros
Henry sentó cabeza con Cordelia y, para sorpresa de todos, resultó ser un padre estupendo. Su hija creció en un mundo pacífico junto a ambos y se dice que destacaba por su simpatía.
Kellam - Campeón en el olvido = Lissa - Sacerdotisa vivaz
La indómita Lissa recorrió el mundo y compartió sus descubrimientos con su hermano. Sus peripecias perduran hoy como relatos divertidos. El nombre de su marido se ha perdido en la historia.
Kellam - Campeón en el olvido = Miriel - Erudita aguda
Miriel se quedó en Ylisse, pero a veces desaparecía varios días para seguir sus estudios. Acabó ideando uno de los mayores inventos jamás concebidos. El nombre de su marido se ha perdido en la historia.
Libra - Fraile atractivo = Nowi - Joven eterna
Muchos huérfanos hallaron la felicidad en el orfanato que Libra y su mujer abrieron tras la guerra. Nowi intentaba cuidar de los niños como mejor podía, pero a menudo eran ellos los que cuidaban de ella.
Lon'zu - Ginefóbico = Olivia - Bailarina tímida
Lon'zu regresó a Regna Ferox y se convirtió en la mano derecha de Basilio. Cuando su esposa Olivia era enviada por el Kan del Oeste a otros países, Lon'zu siempre la acompañaba para protegerla.
Stahl - Caballero turquesa = Tharja - Acosadora siniestra
Stahl dirigió varias misiones cruciales al frente de los caballeros de Ylisse. Sus meteduras de pata le sacaron los colores a su esposa Tharja en más de una ocasión, pero la pareja fue muy feliz.
Vaike - Héroe sufrido = Nowi - Joven eterna
Vaike fue recibido como un héroe en las calles en que se crio. Aun así, los niños le cogieron más cariño a su esposa Nowi, que jugaba con ellos todos los días y parecía no envejecer jamás.
Vaike - Héroe sufrido = Olivia - Bailarina tímida
Vaike fue recibido como un héroe en las calles en que se crio. Aun así, no pudo competir con su mujer Olivia, cuyos modestos pero embelesadores bailes hicieron que alcanzara una popularidad mayor.
Virion - Arquero de arqueros = Maribelle - Dama estricta
Virion regresó a Rosanne, donde le acusaron de traidor y cobarde, pero como su mujer Maribelle trataba a todo el mundo de forma justa y ecuánime, acabaron perdonándolo con el tiempo.
Virion - Arquero de arqueros = Palne - Taguel orgullosa
Virion regresó a Rosanne, donde le acusaron de traidor y cobarde. No obstante, la dedicación de su mujer Palne le hizo recuperar su buena imagen ante el pueblo.
Y claro, las CG prometidas.
http://www.filedropper.com/fe4
Pues eso es todo. Agh.