[Apoyo C]
SPOILER:
-Brady: (...)
-Kjelle: Eeh... Hola.
-Brady: Hola, Kjelle. ¿Qué tal va todo?
-Kjelle: Todo va bien, muchas gracias.
-Brady: Ya estás entrenando otra vez, ¿eh? Ojalá yo fuera como tú.
-Kjelle: ¡Pues deja de hablar y coge unas pesas! Así he conseguido yo mi físico: entrenando día tras día durante toda mi vida.
-Brady: Sí, recuerdo que de niña siempre ibas de un lado para otro con un palo aguzado.
-Kjelle: Nadie se hace fuerte sin invertir el tiempo necesario. Hay que sudar para conseguirlo.
-Brady: Me contentaría con tener la mitad de tu fuerza... ¡o incluso solo un tercio! Quizá entonces tuviera más confianza en mí mismo. ¿Cuánto hace falta para alcanzar tu nivel? ¿Un par de semanas más o menos?
-Kjelle: Depende de la persona. Si se tiene un talento natural, se pueden obtener grandes resultados rápidamente.
-Brady: Pero con el tiempo, todo el mundo puede conseguirlo, ¿verdad? Ya sabes, si la persona en cuestión se emplea a fondo y tal...
-Kjelle: Sí, cualquiera puede hacerlo.
-Brady: ¡Pues entonces tienes que entrenarme, Kjelle! ¡Te lo pido por favor!
-Kjelle: No.
-Brady: ¡Oye! ¡Se supone que ahora tendrías que decir "sí" y ponerte conmigo!
-Kjelle: Estoy ocupada con mi entrenamiento. No tengo tiempo que perder contigo. Además, eres muy endeble. Así que, si te lesionas durante mi rutina de ejercicios, perderíamos un sanador.
-Brady: Vaya... Creo que no hay mucho que pueda responder a eso. Soy tan flojo que ya no puedo... flojear más... ¡Dioses! ¡Estoy hecho un tirillas!
-Kjelle: Vamos, no te deprimas por eso. Por lo menos, no te deprimas aquí, que estoy ocupada. [Se va]
-Brady: La falta de compasión recrudece hasta las verdades más hirientes, sin duda.
-Kjelle: Eeh... Hola.
-Brady: Hola, Kjelle. ¿Qué tal va todo?
-Kjelle: Todo va bien, muchas gracias.
-Brady: Ya estás entrenando otra vez, ¿eh? Ojalá yo fuera como tú.
-Kjelle: ¡Pues deja de hablar y coge unas pesas! Así he conseguido yo mi físico: entrenando día tras día durante toda mi vida.
-Brady: Sí, recuerdo que de niña siempre ibas de un lado para otro con un palo aguzado.
-Kjelle: Nadie se hace fuerte sin invertir el tiempo necesario. Hay que sudar para conseguirlo.
-Brady: Me contentaría con tener la mitad de tu fuerza... ¡o incluso solo un tercio! Quizá entonces tuviera más confianza en mí mismo. ¿Cuánto hace falta para alcanzar tu nivel? ¿Un par de semanas más o menos?
-Kjelle: Depende de la persona. Si se tiene un talento natural, se pueden obtener grandes resultados rápidamente.
-Brady: Pero con el tiempo, todo el mundo puede conseguirlo, ¿verdad? Ya sabes, si la persona en cuestión se emplea a fondo y tal...
-Kjelle: Sí, cualquiera puede hacerlo.
-Brady: ¡Pues entonces tienes que entrenarme, Kjelle! ¡Te lo pido por favor!
-Kjelle: No.
-Brady: ¡Oye! ¡Se supone que ahora tendrías que decir "sí" y ponerte conmigo!
-Kjelle: Estoy ocupada con mi entrenamiento. No tengo tiempo que perder contigo. Además, eres muy endeble. Así que, si te lesionas durante mi rutina de ejercicios, perderíamos un sanador.
-Brady: Vaya... Creo que no hay mucho que pueda responder a eso. Soy tan flojo que ya no puedo... flojear más... ¡Dioses! ¡Estoy hecho un tirillas!
-Kjelle: Vamos, no te deprimas por eso. Por lo menos, no te deprimas aquí, que estoy ocupada. [Se va]
-Brady: La falta de compasión recrudece hasta las verdades más hirientes, sin duda.
SPOILER:
-Kjelle: Oye, no te habrás vuelto para pedirme que te entrene OTRA VEZ, ¿no?
-Brady: ¡Sí, y volveré tantas veces como haga falta! ¡Por favor, Kjelle! ¡Tienes que hacerlo!
-Kjelle: Bueno, no me importa que insistas. Mi respuesta va a seguir siendo la misma.
-Brady: ¡Vamos, Kjelle! ¡Te lo suplico! ¡Así podría llegar a ser alguien! ¡Podría aspirar a algo más!
-Kjelle: Escucha, no es nada personal. Es que soy muy consciente de mi severidad en lo que al ejercicio se refiere. ¡No quiero que tu cuerpecito de sanador acabe hecho trizas!
-Brady: ¡Podré soportarlo! ¡Haré lo que sea! ¡Tienes que creerme!
-Kjelle: Esa bravuconería repentina tuya me cautiva, pero te va a dar más de un disgusto. En ocasiones, el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo no tiene lo que hace falta.
-Brady: ¡¿Eso quién lo ha dicho?! ¡Yo sí tengo lo que hay que tener! Me dijiste que cualquier pardillo podía ser como tú si se esforzaba lo suficiente, ¿no? ¡Pues yo quiero sudar para conseguirlo! ¡Te RUEGO que me hagas sudar! Vamos, Kjelle... ¿No ves que estoy sufriendo?
-Kjelle: Dioses... ¿A qué viene ahora esta obsesión por hacerte más fuerte? ¿Seguro que solo es cuestión de autoestima?
-Brady: Ya te lo he dicho: ¡quiero dejar de dudar de mí mismo! ¡Quiero sentirme útil en el campo de batalla!
-Kjelle: Pero tú sabes que también puedes entrenar por tu cuenta, ¿no? No me necesitas. Uf... Vale. Me doy por vencida. Lo haré.
-Brady: ¡¿De verdad?!
-Kjelle: Creo que perdería más tiempo escuchando tus súplicas que entrenándote. Te ayudaré si dejas que siga con mi entrenamiento mientras haces el tuyo.
-Brady: ¡Trato hecho!
-Kjelle: Peeero... si hacemos esto, será a mi manera. ¡Te voy a convertir en un hombre nuevo! Y eso te va a doler. Un montón. ¿Seguro que que [sic] quieres hacerlo?
-Brady: ¡Por supuesto, Kjelle! ¡A mí unos cuantos ejercicios de pacotilla no me achantan!
-Brady: ¡Sí, y volveré tantas veces como haga falta! ¡Por favor, Kjelle! ¡Tienes que hacerlo!
-Kjelle: Bueno, no me importa que insistas. Mi respuesta va a seguir siendo la misma.
-Brady: ¡Vamos, Kjelle! ¡Te lo suplico! ¡Así podría llegar a ser alguien! ¡Podría aspirar a algo más!
-Kjelle: Escucha, no es nada personal. Es que soy muy consciente de mi severidad en lo que al ejercicio se refiere. ¡No quiero que tu cuerpecito de sanador acabe hecho trizas!
-Brady: ¡Podré soportarlo! ¡Haré lo que sea! ¡Tienes que creerme!
-Kjelle: Esa bravuconería repentina tuya me cautiva, pero te va a dar más de un disgusto. En ocasiones, el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo no tiene lo que hace falta.
-Brady: ¡¿Eso quién lo ha dicho?! ¡Yo sí tengo lo que hay que tener! Me dijiste que cualquier pardillo podía ser como tú si se esforzaba lo suficiente, ¿no? ¡Pues yo quiero sudar para conseguirlo! ¡Te RUEGO que me hagas sudar! Vamos, Kjelle... ¿No ves que estoy sufriendo?
-Kjelle: Dioses... ¿A qué viene ahora esta obsesión por hacerte más fuerte? ¿Seguro que solo es cuestión de autoestima?
-Brady: Ya te lo he dicho: ¡quiero dejar de dudar de mí mismo! ¡Quiero sentirme útil en el campo de batalla!
-Kjelle: Pero tú sabes que también puedes entrenar por tu cuenta, ¿no? No me necesitas. Uf... Vale. Me doy por vencida. Lo haré.
-Brady: ¡¿De verdad?!
-Kjelle: Creo que perdería más tiempo escuchando tus súplicas que entrenándote. Te ayudaré si dejas que siga con mi entrenamiento mientras haces el tuyo.
-Brady: ¡Trato hecho!
-Kjelle: Peeero... si hacemos esto, será a mi manera. ¡Te voy a convertir en un hombre nuevo! Y eso te va a doler. Un montón. ¿Seguro que que [sic] quieres hacerlo?
-Brady: ¡Por supuesto, Kjelle! ¡A mí unos cuantos ejercicios de pacotilla no me achantan!
SPOILER:
-Kjelle: Hoy es nuestra primera sesión. ¿Estás listo?
-Brady: ¡Sí! ¡Dime qué quieres que haga... y lo haré!
-Kjelle: Vale. Primero, ve corriendo hasta allí y vuelve.
-Brady: Eeh.. ¿Hasta... dónde? Yo solo veo este prado enorme y el horizonte.
-Kjelle: Ya lo sé, y quiero que corras hasta que llegues al horizonte.
-Brady: Eeh... Un momento... El horizonte se mueve en función de donde uno está, ¿no?
-Kjelle: Escucha... Corre hasta que me pierdas de vista, ¿de acuerdo? Y si aún te veo cuando te des la vuelta, tendrás que volver a empezar.
-Brady: ¡En un día claro como hoy se ve hasta el infinito! ¡¿Tanto quieres que corra?!
-Kjelle: No podemos empezar con lo más divertido hasta que no mejore tu resistencia. Muy bien, empieza. Cinco vueltas.
-Brady: ¡Esta chica está trastornada! ¡Se va a hacer de noche antes de que yo acabe!
-Kjelle: ¡Te he oído! Y aquí nadie te obliga a nada. Si no te gusta, abandona.
-Brady: ¡Vale, ya voy, ya voy!
*pantalla negra* *vuelve la escena*
-Brady: ¡Uff, arf!... He vomitado unas doce veces... ¡pero lo he conseguido!
-Kjelle: Bien. Ahora vamos a hacer sentadillas con uno de esos sacos de arena encima.
-Brady: ¡Puf, uf! ¿Te refieres a esta cosa? ¡Si pesa más que yo! ¡¿No puedo descansar un poco antes?!
-Kjelle: ¿Ya estás cansado? Pues esto solo es el calentamiento.
-Brady: ¡Tiene que ser una broma! ¡Estoy destrozado!
-Kjelle: Pues abandona.
-Brady: Grrr... No. ¡Estoy bien! ¡Me siento genial! ¡Podría hacer esto todo el día, demonios!
-Kjelle: Así me gusta. Hoy solo tendrás que hacer mil repeticiones. Añadiremos cien cada día.
-Brady: Ya... Ya no sé de qué quejarme... Todo es... Nunca había...
*pantalla negra* *vuelve la escena*
-Brady: Yyyyy... ¡Miiiiil! Por fin... he terminado. Ya... puedo... morir... en paz...
-Kjelle: ¿Cuántas veces has muerto hoy? No sé de dónde sacas el tiempo para hacelo. Ahora, flexiones. Mil... sin soltar el saco.
-Brady: ¡NO PUEDE SER VERDAD!
-Brady: ¡Sí! ¡Dime qué quieres que haga... y lo haré!
-Kjelle: Vale. Primero, ve corriendo hasta allí y vuelve.
-Brady: Eeh.. ¿Hasta... dónde? Yo solo veo este prado enorme y el horizonte.
-Kjelle: Ya lo sé, y quiero que corras hasta que llegues al horizonte.
-Brady: Eeh... Un momento... El horizonte se mueve en función de donde uno está, ¿no?
-Kjelle: Escucha... Corre hasta que me pierdas de vista, ¿de acuerdo? Y si aún te veo cuando te des la vuelta, tendrás que volver a empezar.
-Brady: ¡En un día claro como hoy se ve hasta el infinito! ¡¿Tanto quieres que corra?!
-Kjelle: No podemos empezar con lo más divertido hasta que no mejore tu resistencia. Muy bien, empieza. Cinco vueltas.
-Brady: ¡Esta chica está trastornada! ¡Se va a hacer de noche antes de que yo acabe!
-Kjelle: ¡Te he oído! Y aquí nadie te obliga a nada. Si no te gusta, abandona.
-Brady: ¡Vale, ya voy, ya voy!
*pantalla negra* *vuelve la escena*
-Brady: ¡Uff, arf!... He vomitado unas doce veces... ¡pero lo he conseguido!
-Kjelle: Bien. Ahora vamos a hacer sentadillas con uno de esos sacos de arena encima.
-Brady: ¡Puf, uf! ¿Te refieres a esta cosa? ¡Si pesa más que yo! ¡¿No puedo descansar un poco antes?!
-Kjelle: ¿Ya estás cansado? Pues esto solo es el calentamiento.
-Brady: ¡Tiene que ser una broma! ¡Estoy destrozado!
-Kjelle: Pues abandona.
-Brady: Grrr... No. ¡Estoy bien! ¡Me siento genial! ¡Podría hacer esto todo el día, demonios!
-Kjelle: Así me gusta. Hoy solo tendrás que hacer mil repeticiones. Añadiremos cien cada día.
-Brady: Ya... Ya no sé de qué quejarme... Todo es... Nunca había...
*pantalla negra* *vuelve la escena*
-Brady: Yyyyy... ¡Miiiiil! Por fin... he terminado. Ya... puedo... morir... en paz...
-Kjelle: ¿Cuántas veces has muerto hoy? No sé de dónde sacas el tiempo para hacelo. Ahora, flexiones. Mil... sin soltar el saco.
-Brady: ¡NO PUEDE SER VERDAD!
SPOILER:
-Brady: ¡Arg! ¡Puff! Me... muero... ¡Me muero!
-Kjelle: ¿Acaso te he dicho que pares? Cada vez que te mueres, añado cien sentadillas. Hoy llevas ochocientas... por ahora.
-Brady: Kjelle... por favor... Dame solo diez... No, ¡CINCO minutos! ¡Si no descanso un poco, voy a morir... literalmente!
-Kjelle: Tienes cinco minutos.
-Brady: ¡¡¡Gracias, gracias, gracias, graciaaaaaaaaaas!!!
-Kjelle: Y esto solo es para mejorar la resistencia. ¡Aún queda para el entrenamiento militar!
-Brady: ¡E-eh, un momento! ¡Oye, quizá no sea el tipo más duro de por aquí, pero no puedes dejarme tirado!
-Kjelle: ¿Quién ha dicho nada de eso? No pienso dejar esto a medias. Aunque intentes cambiar de opinión.
-Brady: Eres una sádica.
-Kjelle: Tal vez... Pero una sádica impresionada. Si te soy sincera, creía que no ibas a aguantar. Y verte vomitar de esa manera hace que quiera entrenar con más ahínco todavía.
-Brady: Maldita sea...
-Kjelle: ¿Qué?
-Brady: ¡¿Cómo voy a hacerme más fuerte que tú si sigues entrenándote así?! ¿Cómo voy a conseguir que me quieras si no puedo...? Eeh... Estooo...
-Kjelle: ¿Que tú... qué?
-Brady: Escucha, es obvio que nunca te interesarías por un flacucho que fuera más débil que tú. ¡Pero dame algo de tiempo! ¡Sé que puedo llegar a tu nivel!
-Kjelle: (...)
-Brady: ¡Por el amor de los dioses! ¡Dime que no es tarde para retirar todo lo que he dicho! No volveré a abrir la boca, ¡lo juro! Así que, por favor, olvida lo que acabo de decir.
-Kjelle: ¿Te crees que no lo sabía?
-Brady: ¡¿Cómo?! ¿Desde cuándo?
-Kjelle: La gente no se esfuerza tanto por algo si no tiene un buen motivo. A pesar de tus quejas, siempre has hecho lo que te decía y no has faltado ni un día. Si añadimos tu insistencia en que fuera yo quien te entrenara, no fue difícil deducirlo.
-Brady: ¡Demonios! ¡Qué estúpido soy! ¡Bien hecho, Brady! ¡Siempre acabas metiendo la pata!
-Kjelle: No digas eso, hombre. A mí me parece precioso. Y tenías razón.
-Brady: ¿En serio? Espera... ¿En qué tenía razón?
-Kjelle: En que ahora mismo no das la talla. Pero tiene talento, arrojo y tiempo. ¡Además de una excelente entrenadora! Dije que haría de ti un hombre nuevo, ¿no? ¡Pues puede que te convierta en el hombre de mis sueños! Y así, cuando consigas superarme, ¡seremos la pareja más fuerte del mundo!
-Brady: ¡Bien, de acuerdo! ¡Acepto el reto!
-Kjelle: ¡Bien! Y tus cinco minutos han terminado. ¡Vuelve al trabajo!
-Brady: ¡Sí! ¡Enseguida!
-Kjelle: ¿Acaso te he dicho que pares? Cada vez que te mueres, añado cien sentadillas. Hoy llevas ochocientas... por ahora.
-Brady: Kjelle... por favor... Dame solo diez... No, ¡CINCO minutos! ¡Si no descanso un poco, voy a morir... literalmente!
-Kjelle: Tienes cinco minutos.
-Brady: ¡¡¡Gracias, gracias, gracias, graciaaaaaaaaaas!!!
-Kjelle: Y esto solo es para mejorar la resistencia. ¡Aún queda para el entrenamiento militar!
-Brady: ¡E-eh, un momento! ¡Oye, quizá no sea el tipo más duro de por aquí, pero no puedes dejarme tirado!
-Kjelle: ¿Quién ha dicho nada de eso? No pienso dejar esto a medias. Aunque intentes cambiar de opinión.
-Brady: Eres una sádica.
-Kjelle: Tal vez... Pero una sádica impresionada. Si te soy sincera, creía que no ibas a aguantar. Y verte vomitar de esa manera hace que quiera entrenar con más ahínco todavía.
-Brady: Maldita sea...
-Kjelle: ¿Qué?
-Brady: ¡¿Cómo voy a hacerme más fuerte que tú si sigues entrenándote así?! ¿Cómo voy a conseguir que me quieras si no puedo...? Eeh... Estooo...
-Kjelle: ¿Que tú... qué?
-Brady: Escucha, es obvio que nunca te interesarías por un flacucho que fuera más débil que tú. ¡Pero dame algo de tiempo! ¡Sé que puedo llegar a tu nivel!
-Kjelle: (...)
-Brady: ¡Por el amor de los dioses! ¡Dime que no es tarde para retirar todo lo que he dicho! No volveré a abrir la boca, ¡lo juro! Así que, por favor, olvida lo que acabo de decir.
-Kjelle: ¿Te crees que no lo sabía?
-Brady: ¡¿Cómo?! ¿Desde cuándo?
-Kjelle: La gente no se esfuerza tanto por algo si no tiene un buen motivo. A pesar de tus quejas, siempre has hecho lo que te decía y no has faltado ni un día. Si añadimos tu insistencia en que fuera yo quien te entrenara, no fue difícil deducirlo.
-Brady: ¡Demonios! ¡Qué estúpido soy! ¡Bien hecho, Brady! ¡Siempre acabas metiendo la pata!
-Kjelle: No digas eso, hombre. A mí me parece precioso. Y tenías razón.
-Brady: ¿En serio? Espera... ¿En qué tenía razón?
-Kjelle: En que ahora mismo no das la talla. Pero tiene talento, arrojo y tiempo. ¡Además de una excelente entrenadora! Dije que haría de ti un hombre nuevo, ¿no? ¡Pues puede que te convierta en el hombre de mis sueños! Y así, cuando consigas superarme, ¡seremos la pareja más fuerte del mundo!
-Brady: ¡Bien, de acuerdo! ¡Acepto el reto!
-Kjelle: ¡Bien! Y tus cinco minutos han terminado. ¡Vuelve al trabajo!
-Brady: ¡Sí! ¡Enseguida!