[Apoyo C]
SPOILER:
-Linfan: ¿Hoy también vas a entrenar, Kjelle?
-Kjelle: Yo entreno todos los días.
-Linfan: ¡Jo, esa armadura debe de pesar un quintal! ¿No necesitas ayuda para llevar tus cosas?
-Kjelle: Entreno con todas las armas y armaduras que puedo encontrar para ser flexible. A veces las utilizo todas al mismo tiempo. Así que créeme, puedo con ella.
-Linfan: ¡Supongo que eso explica que seas más fuerte que otras chicas! Eeh... Y chicos. ¡Si yo llevara eso, apenas podría andar!
-Kjelle: Eso no es nada.
-Linfan: Bueno, pues yo creo que es increíble. Oye, ¿te importaría que te observase mientras haces tu rutina?
-Kjelle: ¿Por qué?
-Linfan: Mira, voy a serte sincero. Soy uno de los hombres más débiles del campamento. Así que si tienes algún truco para hacerme más fuerte, ¡quiero saberlo!
-Kjelle: Nunca te harás más fuerte si dependes de otras personas. Descubre cómo conseguirlo por ti mismo.
-Linfan: ¡No, espera! No te estoy pidiendo que me enseñes ni nada de eso. Solo quiero mirar.
-Kjelle: El entrenamiento de un caballero no es un teatro de títeres. ¡Ahora déjame en paz! [Se va]
-Linfan: ¡Oye, no tienes por qué ponerte así! Tampoco te pido tanto...
-Kjelle: Yo entreno todos los días.
-Linfan: ¡Jo, esa armadura debe de pesar un quintal! ¿No necesitas ayuda para llevar tus cosas?
-Kjelle: Entreno con todas las armas y armaduras que puedo encontrar para ser flexible. A veces las utilizo todas al mismo tiempo. Así que créeme, puedo con ella.
-Linfan: ¡Supongo que eso explica que seas más fuerte que otras chicas! Eeh... Y chicos. ¡Si yo llevara eso, apenas podría andar!
-Kjelle: Eso no es nada.
-Linfan: Bueno, pues yo creo que es increíble. Oye, ¿te importaría que te observase mientras haces tu rutina?
-Kjelle: ¿Por qué?
-Linfan: Mira, voy a serte sincero. Soy uno de los hombres más débiles del campamento. Así que si tienes algún truco para hacerme más fuerte, ¡quiero saberlo!
-Kjelle: Nunca te harás más fuerte si dependes de otras personas. Descubre cómo conseguirlo por ti mismo.
-Linfan: ¡No, espera! No te estoy pidiendo que me enseñes ni nada de eso. Solo quiero mirar.
-Kjelle: El entrenamiento de un caballero no es un teatro de títeres. ¡Ahora déjame en paz! [Se va]
-Linfan: ¡Oye, no tienes por qué ponerte así! Tampoco te pido tanto...
SPOILER:
-Linfan: ¡Ah, estás aquí! ¡Te he estado buscando por todas partes!
-Kjelle: ¿Qué quieres? Estoy a punto de empezar a entrenar.
-Linfan: ¡Perfecto! He venido a verte.
-Kjelle: Pues no tienes muy buena memoria. Ya te dije que no quiero que me veas.
-Linfan: ¡Tranquila, lo recuerdo! Aunque tampoco es que pueda alardear mucho de mi memoria. Pero esta vez no estoy aquí solo para mirar. ¡También he venido a ayudarte!
-Kjelle: ¿A ayudarme?
-Linfan: ¡Sí! Recogeré tus armas y armaduras, y te traeré agua cuando tengas sed. Y aquí tengo un montón de toallas por si empiezas a sudar. ¡Va a ser muy divertido!
-Kjelle: ¡¿Qué?!
-Linfan: Si me he olvidado de algo no tienes más que decírmelo. ¡Estoy a tu servicio!
-Kjelle: Vale, pero ¿POR QUÉ estás aquí? ¿Por qué te interesas tanto?
-Linfan: Eeh... Pues porque quiero ver a un maestro en acción, claro. Así podré incorporar lo que vea aquí a mi propia rutina de entrenamiento. Me he dado cuenta de que no era justo que divulgaras tus secretos por la cara. ¡Así que he pensado que podría pagarte trabajando como siervo de gimnasio! O como se llame.
-Kjelle: La palabra que buscas es "escudero". Y sí, acepto. Al menos eres persistente.
-Linfan: No soy muy fuerte ni demasiado inteligente, pero ¡estoy ansioso por empezar!
-Kjelle: Bah... Bueno. Te daré una oportunidad, pero ¡más vale que me sigas el ritmo!
-Linfan: ¡Síiiii! ¡Gracias, Kjelle!
-Kjelle: (...)
-Linfan: Espera, ¿puedo hacerte una pregunta rápida antes de empezar?
-Kjelle: ¿Qué quieres?
-Linfan: ¡Eres muy fuerte para ser una chica tan guapa!
-Kjelle: Eso no ha sido una pregunta.
-Linfan: Ya lo sé. La pregunta viene ahora. Dime... Bajo esa armadura, ¿solo hay una enorme pila de músculos?
-Kjelle: (...) Si vas a ser mi escudero, deberás aprender a callarte... A ser posible, para siempre. ¡Si no, te mostraré mi fuerza rompiéndote los brazos como si fueran ramas!
-Linfan: ¡Uf! Pues... Eeh... Me estaré quiero. ¡Ojos abiertos, boca cerrada! ¡No volveré a abrir el pico! ¡Noooo, señora! ¡Me quedaré callado como una tumba! Ya lo creo que sí.
-Kjelle: ¡Uff! Ni siquiera he empezado y ya me tiene harta...
-Kjelle: ¿Qué quieres? Estoy a punto de empezar a entrenar.
-Linfan: ¡Perfecto! He venido a verte.
-Kjelle: Pues no tienes muy buena memoria. Ya te dije que no quiero que me veas.
-Linfan: ¡Tranquila, lo recuerdo! Aunque tampoco es que pueda alardear mucho de mi memoria. Pero esta vez no estoy aquí solo para mirar. ¡También he venido a ayudarte!
-Kjelle: ¿A ayudarme?
-Linfan: ¡Sí! Recogeré tus armas y armaduras, y te traeré agua cuando tengas sed. Y aquí tengo un montón de toallas por si empiezas a sudar. ¡Va a ser muy divertido!
-Kjelle: ¡¿Qué?!
-Linfan: Si me he olvidado de algo no tienes más que decírmelo. ¡Estoy a tu servicio!
-Kjelle: Vale, pero ¿POR QUÉ estás aquí? ¿Por qué te interesas tanto?
-Linfan: Eeh... Pues porque quiero ver a un maestro en acción, claro. Así podré incorporar lo que vea aquí a mi propia rutina de entrenamiento. Me he dado cuenta de que no era justo que divulgaras tus secretos por la cara. ¡Así que he pensado que podría pagarte trabajando como siervo de gimnasio! O como se llame.
-Kjelle: La palabra que buscas es "escudero". Y sí, acepto. Al menos eres persistente.
-Linfan: No soy muy fuerte ni demasiado inteligente, pero ¡estoy ansioso por empezar!
-Kjelle: Bah... Bueno. Te daré una oportunidad, pero ¡más vale que me sigas el ritmo!
-Linfan: ¡Síiiii! ¡Gracias, Kjelle!
-Kjelle: (...)
-Linfan: Espera, ¿puedo hacerte una pregunta rápida antes de empezar?
-Kjelle: ¿Qué quieres?
-Linfan: ¡Eres muy fuerte para ser una chica tan guapa!
-Kjelle: Eso no ha sido una pregunta.
-Linfan: Ya lo sé. La pregunta viene ahora. Dime... Bajo esa armadura, ¿solo hay una enorme pila de músculos?
-Kjelle: (...) Si vas a ser mi escudero, deberás aprender a callarte... A ser posible, para siempre. ¡Si no, te mostraré mi fuerza rompiéndote los brazos como si fueran ramas!
-Linfan: ¡Uf! Pues... Eeh... Me estaré quiero. ¡Ojos abiertos, boca cerrada! ¡No volveré a abrir el pico! ¡Noooo, señora! ¡Me quedaré callado como una tumba! Ya lo creo que sí.
-Kjelle: ¡Uff! Ni siquiera he empezado y ya me tiene harta...
SPOILER:
-Linfan: Sé que estás en pleno entrenamiento, pero ¿por qué no hacemos una pequeña pausa?
-Kjelle: ¡Pufff! V-vale. Gracias... por tu ayuda, Linfan. Haces que todo... sea más fácil...
-Linfan: ¡No hay de qué! Así puedo ver tu rutina de cerca. Soy yo quien debería darte las gracias. Tú siempre... Oye, Kjelle... ¿estás bien? Se te ve muy pálida.
-Kjelle: ¡Ufff! ¡Puff! Bah... Tan solo... estoy... un poco cansada.
-Linfan: ¿Ya? No eres la misma de siempre. ¿Seguro que estás bien? Ahora que lo pienso, hoy me ha parecido ver que te costaba un poco andar...
-Kjelle: Anda, deja... de imaginarte cosas... Estoy bien.
-Linfan: De hecho, estás blanca como la cal. ¡Y tu piel está pegajosa! Tenemos que llamar a un sanador. ¿Necesitas ayuda para andar?
-Kjelle: ¡U-uff! Q-que no... Que estoy bien. He entrenado... todos los días... N-no voy... a dejar de hacerlo hoy... Nunca me haré fuerte... si dejo que una simple fiebre... me detenga...
-Linfan: ¡No seas obstinada, Kjelle!
-Kjelle: Gñññ... V-vete. No quiero... No quiero que me veas así...
-Linfan: ¡Por lo más sagrado! ¡Estás delirando! Escucha, quédate aquí. ¡Traeré a un sanador de inmediato!
-Kjelle: ¡No! ¡No necesito a ningún sanador! ¡Tengo cosas que hacer aquí!
-Linfan: No pensarás seguir entrenando en ese estado, ¿verdad?
-Kjelle: No intentes detenerme... Si eres mi escudero... ayúdame... ¡o quítate... de en medio! ¡Uuuufff!
-Linfan: ¡Un escudero no puede quedarse mirando mientras su caballero agoniza!
-Kjelle: Eso... no es decisión tuya. Y de una manera u otra sería mi fin... Si paro ahora... otros me superarán... y no podría vivir tranquila...
-Linfan: De acuerdo, pero voy a vigilarte como un halcón. ¡Como un halcón con ANTEOJOS!
-Kjelle: ¿Aún piensas... que podrás detenerme?
-Linfan: ¡No! Entrena tanto como quieras. Pero te arrastraré a la enfermería en cuanto te vea vacilar. ¡Te llevaré a cuestas si hace falta! Bueno... Al menos lo intentaré.
-Kjelle: L-Linfan...
-Linfan: Sé que un escudero no debería contradecir lo que dice un caballero, pero creo...
-Kjelle: Está bien. Tienes razón... Quédate... vigilando...
-Linfan: ¡Lo haré!
-Kjelle: ¡Pufff! V-vale. Gracias... por tu ayuda, Linfan. Haces que todo... sea más fácil...
-Linfan: ¡No hay de qué! Así puedo ver tu rutina de cerca. Soy yo quien debería darte las gracias. Tú siempre... Oye, Kjelle... ¿estás bien? Se te ve muy pálida.
-Kjelle: ¡Ufff! ¡Puff! Bah... Tan solo... estoy... un poco cansada.
-Linfan: ¿Ya? No eres la misma de siempre. ¿Seguro que estás bien? Ahora que lo pienso, hoy me ha parecido ver que te costaba un poco andar...
-Kjelle: Anda, deja... de imaginarte cosas... Estoy bien.
-Linfan: De hecho, estás blanca como la cal. ¡Y tu piel está pegajosa! Tenemos que llamar a un sanador. ¿Necesitas ayuda para andar?
-Kjelle: ¡U-uff! Q-que no... Que estoy bien. He entrenado... todos los días... N-no voy... a dejar de hacerlo hoy... Nunca me haré fuerte... si dejo que una simple fiebre... me detenga...
-Linfan: ¡No seas obstinada, Kjelle!
-Kjelle: Gñññ... V-vete. No quiero... No quiero que me veas así...
-Linfan: ¡Por lo más sagrado! ¡Estás delirando! Escucha, quédate aquí. ¡Traeré a un sanador de inmediato!
-Kjelle: ¡No! ¡No necesito a ningún sanador! ¡Tengo cosas que hacer aquí!
-Linfan: No pensarás seguir entrenando en ese estado, ¿verdad?
-Kjelle: No intentes detenerme... Si eres mi escudero... ayúdame... ¡o quítate... de en medio! ¡Uuuufff!
-Linfan: ¡Un escudero no puede quedarse mirando mientras su caballero agoniza!
-Kjelle: Eso... no es decisión tuya. Y de una manera u otra sería mi fin... Si paro ahora... otros me superarán... y no podría vivir tranquila...
-Linfan: De acuerdo, pero voy a vigilarte como un halcón. ¡Como un halcón con ANTEOJOS!
-Kjelle: ¿Aún piensas... que podrás detenerme?
-Linfan: ¡No! Entrena tanto como quieras. Pero te arrastraré a la enfermería en cuanto te vea vacilar. ¡Te llevaré a cuestas si hace falta! Bueno... Al menos lo intentaré.
-Kjelle: L-Linfan...
-Linfan: Sé que un escudero no debería contradecir lo que dice un caballero, pero creo...
-Kjelle: Está bien. Tienes razón... Quédate... vigilando...
-Linfan: ¡Lo haré!
SPOILER:
-Linfan [solo]: ¡Muy bien, es hora de otra sesión de entrenamiento con Kjelle! Aunque algunos días diría que más que entrenarse, se flagela. Probablemente ahora estaría muerta si no fuera por mí. ¡Hola, Kjelle! ¿Estás aquí? ¿¡Kjelleeeee!?
-Kjelle [fuera de escena]: ¡¿Linfan?! Espera, no...
-Linfan [solo]: Ah, ¡ahí estás! ¡HALAAAAAAA!
-Kjelle [fuera de escena]: ¡LINFAAAAAAAAN!
-Linfan [solo]: ¡D-DESNUDA! Digo... ¡Lo siento, lo siento! ¡No sabía que te estabas bañando! Esperaré aquí fuera. ¡Lo siento muchísimo! ¡Oh, dioses! ¡No me mates, por favor!
*pantalla en negro* *vuelve la escena*
-Linfan: Así que, estooo... Bueno... Sí... Lo siento.
-Kjelle: Es culpa mía. Tenía que haberte oído venir.
-Linfan: Pero escucha, creo que no tienes nada de que avergonzarte.
-Kjelle: ¿Cómo?
-Linfan: Eeh... O sea... ¡Eres tan hermosa...! ¡Mucho más de lo que imaginaba!
-Kjelle: ¿Así que te lo imaginabas?
-Linfan: ¡Ja, ja! ¡No! ¡Por supuesto que no! ¡Nunca! Bueno, una vez... o dos. Vale, ¡a todas horas! Hale, ¿estás contenta? ¡Pensaba que pareceráis un armario empotrado, pero no! Eres tan.. Eeh... De hecho, creo que será mejor que cierre el pico.
-Kjelle: Linfan, permíteme un pequeño consejo que te será muy útil en el futuro. ¡Nunca digas a una chica que parece un armario empotrado!
-Linfan: Sí, quiero decir... Solo quería... Eeeh... ¿Es que vamos a empezar ya? ¿Por qué estás sacando las armas? ¡¿Y por qué las apuntas hacia mí?! ¡Era un cumplido!
-Kjelle: No escaparás.
-Linfan: ¡Aaaaaaay! Que alguien me ayuuuu... ¿de?
-Kjelle: Debería matarte ahora mismo, pero curiosamente no estoy ni enfadada. ¡Je! Aunque normalmente, cuando ves un armario así, tienes que quedártelo.
-Linfan: ¡Estoy dispuesto a quedármelo, Kjelle! ¡Más que dispuesto!
-Kjelle: Dioses, esto no se te da NADA BIEN.
-Linfan: ¡N-no! Eso no es lo que he... Eso no significa que NO quiera... ¡El armario no es tan grande como pensaba, pero es un buen armario! ¡EL MEJOR! ¡Rayos, tienes razón! ¡Esto no se me da NADA BIEN! ¡Escucha, Kjelle! Me gustas mucho, mucho, mucho... ¡Un montón!
-Kjelle: Ya lo sé. Hace mucho que soy consciente de ello.
-Linfan: Un momento... Si ya lo sabías y aún no me has matado, ¿eso quiere decir...?
-Kjelle: Que podemos intentarlo; PERO tendrás que desarrollar un poco esos bracitos... Y como te pille escurriendo el bulto una sola vez... ¡te dejo tirado!
-Linfan: ¡Sí, señora! ¡Si he aprendido algo viéndote entrenar, es a ser perseverante! Entrenaré hasta que sea un armario... Quiero decir, hasta que mis cajones... ¡Maldita sea, Linfan! ¡Cierra el pico de una vez!
-Kjelle [fuera de escena]: ¡¿Linfan?! Espera, no...
-Linfan [solo]: Ah, ¡ahí estás! ¡HALAAAAAAA!
-Kjelle [fuera de escena]: ¡LINFAAAAAAAAN!
-Linfan [solo]: ¡D-DESNUDA! Digo... ¡Lo siento, lo siento! ¡No sabía que te estabas bañando! Esperaré aquí fuera. ¡Lo siento muchísimo! ¡Oh, dioses! ¡No me mates, por favor!
*pantalla en negro* *vuelve la escena*
-Linfan: Así que, estooo... Bueno... Sí... Lo siento.
-Kjelle: Es culpa mía. Tenía que haberte oído venir.
-Linfan: Pero escucha, creo que no tienes nada de que avergonzarte.
-Kjelle: ¿Cómo?
-Linfan: Eeh... O sea... ¡Eres tan hermosa...! ¡Mucho más de lo que imaginaba!
-Kjelle: ¿Así que te lo imaginabas?
-Linfan: ¡Ja, ja! ¡No! ¡Por supuesto que no! ¡Nunca! Bueno, una vez... o dos. Vale, ¡a todas horas! Hale, ¿estás contenta? ¡Pensaba que pareceráis un armario empotrado, pero no! Eres tan.. Eeh... De hecho, creo que será mejor que cierre el pico.
-Kjelle: Linfan, permíteme un pequeño consejo que te será muy útil en el futuro. ¡Nunca digas a una chica que parece un armario empotrado!
-Linfan: Sí, quiero decir... Solo quería... Eeeh... ¿Es que vamos a empezar ya? ¿Por qué estás sacando las armas? ¡¿Y por qué las apuntas hacia mí?! ¡Era un cumplido!
-Kjelle: No escaparás.
-Linfan: ¡Aaaaaaay! Que alguien me ayuuuu... ¿de?
-Kjelle: Debería matarte ahora mismo, pero curiosamente no estoy ni enfadada. ¡Je! Aunque normalmente, cuando ves un armario así, tienes que quedártelo.
-Linfan: ¡Estoy dispuesto a quedármelo, Kjelle! ¡Más que dispuesto!
-Kjelle: Dioses, esto no se te da NADA BIEN.
-Linfan: ¡N-no! Eso no es lo que he... Eso no significa que NO quiera... ¡El armario no es tan grande como pensaba, pero es un buen armario! ¡EL MEJOR! ¡Rayos, tienes razón! ¡Esto no se me da NADA BIEN! ¡Escucha, Kjelle! Me gustas mucho, mucho, mucho... ¡Un montón!
-Kjelle: Ya lo sé. Hace mucho que soy consciente de ello.
-Linfan: Un momento... Si ya lo sabías y aún no me has matado, ¿eso quiere decir...?
-Kjelle: Que podemos intentarlo; PERO tendrás que desarrollar un poco esos bracitos... Y como te pille escurriendo el bulto una sola vez... ¡te dejo tirado!
-Linfan: ¡Sí, señora! ¡Si he aprendido algo viéndote entrenar, es a ser perseverante! Entrenaré hasta que sea un armario... Quiero decir, hasta que mis cajones... ¡Maldita sea, Linfan! ¡Cierra el pico de una vez!
....adoro la reacción de Linfan al ver un cuerpo desnudo y su confesión de ser un pajero justificada... 131313