[Apoyo C]
SPOILER:
-Maribelle: ¡Una cosita, Gaius! ¿Qué pretendes rondándome como un vulgar moscardón? Es un incordio ser objeto de tus miradas lascivas... Sobre todo, cuando estoy en mitad de una batalla.
-Gaius: Lo siento, ricitos. Pensaba que... Bueno, ¿y si te compenso de alguna manera? Quizá puedas...
-Maribelle: ¡¿Qué?! ¡¿Perdonarte?! ¡¿Y de repente empezar a ser uña y carne?! Asaltaste la cámara del tesoro real con el propósito de robar las joyas del reino. Y no lo hiciste solo una vez... ¡sino DOS!
-Gaius: Escucha, no me siento orgulloso de lo que hice. Sé que no estaba bien.
-Maribelle: ¡Ja! Sería una necia si creyera una palabra de lo que dices. ¿O acaso has olvidado la primera vez que te descubrieron saqueando el tesoro real? ¡Inculpaste a mi PADRE! ¡Mi pobre e inocente padre! ¡Por tu culpa lo llevaron a juicio! ¡Y casi lo condenan a muerte!
-Gaius: En realidad, no fue exactamente... Está bien. Dije cosas para salvar el pellejo de las que no me siento orgulloso. Pero ahora soy un hombre nuevo y si me dejas explicarme, estoy seguro de que...
-Maribelle: ¡Basta! ¡Ya he oído suficientes sandeces! ¡No necesito escuchar a un charlatán!
-Gaius: No lo digo por decir, ricitos. Estoy siendo completamente sincero.
-Maribelle: ¿Un ladrón? ¿Sincero? ¡No merece la pena pararse a escuchar a alguien como tú!
-Gaius: Lo siento, ricitos. Pensaba que... Bueno, ¿y si te compenso de alguna manera? Quizá puedas...
-Maribelle: ¡¿Qué?! ¡¿Perdonarte?! ¡¿Y de repente empezar a ser uña y carne?! Asaltaste la cámara del tesoro real con el propósito de robar las joyas del reino. Y no lo hiciste solo una vez... ¡sino DOS!
-Gaius: Escucha, no me siento orgulloso de lo que hice. Sé que no estaba bien.
-Maribelle: ¡Ja! Sería una necia si creyera una palabra de lo que dices. ¿O acaso has olvidado la primera vez que te descubrieron saqueando el tesoro real? ¡Inculpaste a mi PADRE! ¡Mi pobre e inocente padre! ¡Por tu culpa lo llevaron a juicio! ¡Y casi lo condenan a muerte!
-Gaius: En realidad, no fue exactamente... Está bien. Dije cosas para salvar el pellejo de las que no me siento orgulloso. Pero ahora soy un hombre nuevo y si me dejas explicarme, estoy seguro de que...
-Maribelle: ¡Basta! ¡Ya he oído suficientes sandeces! ¡No necesito escuchar a un charlatán!
-Gaius: No lo digo por decir, ricitos. Estoy siendo completamente sincero.
-Maribelle: ¿Un ladrón? ¿Sincero? ¡No merece la pena pararse a escuchar a alguien como tú!
SPOILER:
-Gaius: Gracias por tu ayuda, ricitos. Me has salvado el pescuezo antes.
-Maribelle: Mi trabajo consiste en curar a camaradas heridos... Y eso te incluye a ti...
-Gaius: Ya, pero recuerda que fui yo quien acusó injustamente a tu padre. Nadie te lo habría echado en cara si me hubieras abandonado a mi suerte.
-Maribelle: Desgraciadamente, te necesito vivo. Tengo que preguntarte algo.
-Gaius: ¿Qué quieres saber?
-Maribelle: He releído las transcripciones del juicio de mi padre y hay algo que no... encaja. Respóndeme con sinceridad: ¿dónde oíste el nombre de mi padre por primera vez?
-Gaius: Pues...
-Maribelle: A pesar de ser un hombre rico y poderoso, no se lo conoce fuera de la nobleza. Lo que me lleva a preguntarte... ¿Por qué decidiste acusarlo a él? ¿De dónde sacaste esa idea? Solo hay una respuesta posible, pero me gustaría oírla de tu propia boca... Gaius, ¿te amenazaron? ¿Te obligaron a dar el nombre de mi padre?
-Gaius: Dijeron que... Dijeron que si no lo inculpaba, entonces...
-Maribelle: ¿Acabarían contigo?
-Gaius: No, ricitos. Conmigo, no.
-Maribelle: ¿Con quién, entonces? ¿A quién amenazaron?
-Gaius: Mira, ahora eso ya no importa. Me dijeron que nombrara a tu padre y eso hice. Fin de la historia.
-Maribelle: ¿Y quién fue la maldita alimaña que te puso en tal tesitura? ¡Habla!
-Gaius: No vas a parar hasta que llegues al fondo de este asunto, ¿verdad? De acuerdo. Supongo que será mejor empezar desde el principio...
-Maribelle: Mi trabajo consiste en curar a camaradas heridos... Y eso te incluye a ti...
-Gaius: Ya, pero recuerda que fui yo quien acusó injustamente a tu padre. Nadie te lo habría echado en cara si me hubieras abandonado a mi suerte.
-Maribelle: Desgraciadamente, te necesito vivo. Tengo que preguntarte algo.
-Gaius: ¿Qué quieres saber?
-Maribelle: He releído las transcripciones del juicio de mi padre y hay algo que no... encaja. Respóndeme con sinceridad: ¿dónde oíste el nombre de mi padre por primera vez?
-Gaius: Pues...
-Maribelle: A pesar de ser un hombre rico y poderoso, no se lo conoce fuera de la nobleza. Lo que me lleva a preguntarte... ¿Por qué decidiste acusarlo a él? ¿De dónde sacaste esa idea? Solo hay una respuesta posible, pero me gustaría oírla de tu propia boca... Gaius, ¿te amenazaron? ¿Te obligaron a dar el nombre de mi padre?
-Gaius: Dijeron que... Dijeron que si no lo inculpaba, entonces...
-Maribelle: ¿Acabarían contigo?
-Gaius: No, ricitos. Conmigo, no.
-Maribelle: ¿Con quién, entonces? ¿A quién amenazaron?
-Gaius: Mira, ahora eso ya no importa. Me dijeron que nombrara a tu padre y eso hice. Fin de la historia.
-Maribelle: ¿Y quién fue la maldita alimaña que te puso en tal tesitura? ¡Habla!
-Gaius: No vas a parar hasta que llegues al fondo de este asunto, ¿verdad? De acuerdo. Supongo que será mejor empezar desde el principio...
SPOILER:
-Maribelle: Estoy en deuda contigo, Gaius.
-Gaius: ¿En serio?
-Maribelle: Sí. Escribí una carta a mi padre con todo lo que me contaste. Y gracias a ello, podrá devolverles el favor a las sabandijas que conspiraron contra él.
-Gaius: Pues... espero que eso lo resuelva todo.
-Maribelle: Si así ocurre, será todo gracias a que contaste la verdad. De modo que... Gracias. Gracias otra vez.
-Gaius: No me des las gracias, ricitos. No las merezco. Actué como un cobarde y no hay ni un solo día que no me arrepienta de ello. Aunque sirvió de poco y llegó tarde, envié una carta al finalizar el juicio.
-Maribelle: ¡¿Fuiste TÚ?! ¡Esa carta salvó a mi padre del hacha del verdugo!
-Gaius: Es un alivio oírlo. Aunque debería haber hecho algo más.
-Maribelle: ¡Le salvaste la vida a mi padre, Gaius! Aunque hay que reconocer que fueron tus actos los que lo pusieron en peligro... Sea como sea, ¡escribiste esa carta a sabiendas de que luego riían a por ti!
-Gaius: Eso no era ningún problema. Se me da bien escapar.
-Maribelle: Mi conducta es inaceptable, Gaius, me dejé llevar por los prejuicios al conocerte.
-Gaius: Oye, que fui yo el que intentó robar el tesoro real... ¡dos veces!
-Maribelle: Serás un ladrón, pero eres más honesto que muchos que se hacen llamar nobles. No obstante, aún no me has respondido a algo... ¿A quién asesinarían los conspiradores si no confesabas? Tiene que haber sido alguien muy importante para ti.
-Gaius: Nunca llegué a conocerla. De hecho, ni siquiera la vi. Todo lo que sé sobre ella es que era una jovencita que no merecía morir. Incluso si eso suponía poner en la picota a su padre.
-Maribelle: ¡¿Esos viles roedores de corte amenazaron con matarme A MÍ?!
-Gaius: Sí.
-Maribelle: Testificaste contra padre para salvarme la vida...
-Gaius: Dadas las circunstancias, me pareció el mal menor. Y no dudaría en tomar la misma decisión una y otra vez, ahora que te conozco.
-Gaius: ¿En serio?
-Maribelle: Sí. Escribí una carta a mi padre con todo lo que me contaste. Y gracias a ello, podrá devolverles el favor a las sabandijas que conspiraron contra él.
-Gaius: Pues... espero que eso lo resuelva todo.
-Maribelle: Si así ocurre, será todo gracias a que contaste la verdad. De modo que... Gracias. Gracias otra vez.
-Gaius: No me des las gracias, ricitos. No las merezco. Actué como un cobarde y no hay ni un solo día que no me arrepienta de ello. Aunque sirvió de poco y llegó tarde, envié una carta al finalizar el juicio.
-Maribelle: ¡¿Fuiste TÚ?! ¡Esa carta salvó a mi padre del hacha del verdugo!
-Gaius: Es un alivio oírlo. Aunque debería haber hecho algo más.
-Maribelle: ¡Le salvaste la vida a mi padre, Gaius! Aunque hay que reconocer que fueron tus actos los que lo pusieron en peligro... Sea como sea, ¡escribiste esa carta a sabiendas de que luego riían a por ti!
-Gaius: Eso no era ningún problema. Se me da bien escapar.
-Maribelle: Mi conducta es inaceptable, Gaius, me dejé llevar por los prejuicios al conocerte.
-Gaius: Oye, que fui yo el que intentó robar el tesoro real... ¡dos veces!
-Maribelle: Serás un ladrón, pero eres más honesto que muchos que se hacen llamar nobles. No obstante, aún no me has respondido a algo... ¿A quién asesinarían los conspiradores si no confesabas? Tiene que haber sido alguien muy importante para ti.
-Gaius: Nunca llegué a conocerla. De hecho, ni siquiera la vi. Todo lo que sé sobre ella es que era una jovencita que no merecía morir. Incluso si eso suponía poner en la picota a su padre.
-Maribelle: ¡¿Esos viles roedores de corte amenazaron con matarme A MÍ?!
-Gaius: Sí.
-Maribelle: Testificaste contra padre para salvarme la vida...
-Gaius: Dadas las circunstancias, me pareció el mal menor. Y no dudaría en tomar la misma decisión una y otra vez, ahora que te conozco.
SPOILER:
-Maribelle: ¡Eh, Gaius! No he podido evitar fijarme en que estabas luchando a mi lado otra vez.
-Gaius: Lo siento, Maribelle. Si alguna vez te molesto, dímelo.
-Maribelle: ¡Para nada! Agradezco tu ayuda. Además, has demostrado MUCHA gallardía. No es necesario que continúes expiando tus errores pasados. Todo está olvidado.
-Gaius: Aprecio mucho lo que dices, pero te protegeré siempre que pueda. Te salvé la vida una vez y... no sé. Ese tipo de cosas deja huella.
-Maribelle: Pues espero que estés a mi lado... siempre. Lo digo como guerrera... Y como mujer.
-Gaius: ¡Vaya! E-eso es genial viniendo de ti, aunque...
-Maribelle: Dime, Gaius, ¿sientes lo mismo? Es decir, hacia mí...
-Gaius: La verdad es que me estaba planteando lo mismo estos días... Incluso me adelanté y te hice este anillo. No quiero parecer atrevido, pero desde que empezamos a conocernos, pues...
-Maribelle: Oh, Gaius... ¡Acepto encantada!
-Gaius: Lo siento, Maribelle. Si alguna vez te molesto, dímelo.
-Maribelle: ¡Para nada! Agradezco tu ayuda. Además, has demostrado MUCHA gallardía. No es necesario que continúes expiando tus errores pasados. Todo está olvidado.
-Gaius: Aprecio mucho lo que dices, pero te protegeré siempre que pueda. Te salvé la vida una vez y... no sé. Ese tipo de cosas deja huella.
-Maribelle: Pues espero que estés a mi lado... siempre. Lo digo como guerrera... Y como mujer.
-Gaius: ¡Vaya! E-eso es genial viniendo de ti, aunque...
-Maribelle: Dime, Gaius, ¿sientes lo mismo? Es decir, hacia mí...
-Gaius: La verdad es que me estaba planteando lo mismo estos días... Incluso me adelanté y te hice este anillo. No quiero parecer atrevido, pero desde que empezamos a conocernos, pues...
-Maribelle: Oh, Gaius... ¡Acepto encantada!
Una conversación muy interesante... que me da la sensación de quedarse en cada apoyo a medias :/