[Apoyo C]
SPOILER:
-Linfan: ¡Oh, qué bien! ¡Por fin te encuentro!
-Lucina: ¿Mmm? ¿Qué tienes ahí, Linfan?
-Linfan: ¡Tachán! ¡Toma! ¡Son para ti!
-Lucina: ¡Oh! ¡Qué flores tan bonitas! Gracias. Pero ¿a qué se debe este regalo?
-Linfan: Unos chicos estaban recogiendo flores en el pueblo por el que hemos pasado y... me han regalado unas cuantas. ¡Así que toma! ¡Tu parte!
-Lucina: ¡Qué bonitas! Nunca había visto unas flores con colores tan intensos...
-Linfan: Te gustan, ¿eh? Es increíble. Incluso en mitad de una guerra, siguen floreciendo. Imagínate cómo estarán los campos cuando vuelva a reinar la paz en el mundo... ¡Seguro que parecerán un mar de color!
-Lucina: Je, je...
-Linfan: ¿Qué pasa?
-Lucina: Nada, es que nunca había conocido a nadie tan optimista como tú. Te envidio, en serio.
-Linfan: Pero ¿por qué? ¿Estás bien? ¿Te preocupa algo?
-Lucina: Bueno, me asaltan tristes recuerdos de los que no me puedo deshacer. Oh, discúlpame. No debería haber dicho eso. He sido muy desconsiderada. Tú perdiste la memoria, ¿no? Supongo que ya tienes bastante con vivir el presente. Te hallas en una era desconocida y no sabes quién eres en realidad. Tiene que ser difícil.
-Linfan: Bueno, no está tan mal como piensas. Es cierto que tener amnesia puede hacerte sentir un poco... desorientado o confuso. Pero también tiene una gran ventaja: se presenta ante ti un mundo nuevo. Todo te parece una novedad: el azul del cielo, el color de estas flores...
-Lucina: Mmm... Por eso, repito: te envidio. Guardo recuerdos dolorosos que apenan mi corazón.
-Linfan: Pero en esta era, tu padre sigue vivo, ¿no?
-Lucina: Sí, y soy muy afortunada por haber tenido la oportunidad de verle de nuevo. Linfan, ¿me... disculpas un momento?
-Lucina: ¿Mmm? ¿Qué tienes ahí, Linfan?
-Linfan: ¡Tachán! ¡Toma! ¡Son para ti!
-Lucina: ¡Oh! ¡Qué flores tan bonitas! Gracias. Pero ¿a qué se debe este regalo?
-Linfan: Unos chicos estaban recogiendo flores en el pueblo por el que hemos pasado y... me han regalado unas cuantas. ¡Así que toma! ¡Tu parte!
-Lucina: ¡Qué bonitas! Nunca había visto unas flores con colores tan intensos...
-Linfan: Te gustan, ¿eh? Es increíble. Incluso en mitad de una guerra, siguen floreciendo. Imagínate cómo estarán los campos cuando vuelva a reinar la paz en el mundo... ¡Seguro que parecerán un mar de color!
-Lucina: Je, je...
-Linfan: ¿Qué pasa?
-Lucina: Nada, es que nunca había conocido a nadie tan optimista como tú. Te envidio, en serio.
-Linfan: Pero ¿por qué? ¿Estás bien? ¿Te preocupa algo?
-Lucina: Bueno, me asaltan tristes recuerdos de los que no me puedo deshacer. Oh, discúlpame. No debería haber dicho eso. He sido muy desconsiderada. Tú perdiste la memoria, ¿no? Supongo que ya tienes bastante con vivir el presente. Te hallas en una era desconocida y no sabes quién eres en realidad. Tiene que ser difícil.
-Linfan: Bueno, no está tan mal como piensas. Es cierto que tener amnesia puede hacerte sentir un poco... desorientado o confuso. Pero también tiene una gran ventaja: se presenta ante ti un mundo nuevo. Todo te parece una novedad: el azul del cielo, el color de estas flores...
-Lucina: Mmm... Por eso, repito: te envidio. Guardo recuerdos dolorosos que apenan mi corazón.
-Linfan: Pero en esta era, tu padre sigue vivo, ¿no?
-Lucina: Sí, y soy muy afortunada por haber tenido la oportunidad de verle de nuevo. Linfan, ¿me... disculpas un momento?
SPOILER:
-Linfan: ♪ Na, ni, naaa... ¡Tii, toooo, tiiiiiii! ¡Perfecto! Ya he terminado la melodía.
-Lucina: ¿Qué estás haciendo, Linfan? Llevas un buen rato tarareando.
-Linfan: ¡Ah! ¡¿Me has escuchado?! Verás, ¿te acuerdas de las flores que te regalé? ¿Las de los chicos del pueblo? Pues, para devolverles el favor, les canté una canción que compuse. Y parece que les gustó bastante. Pensé que sería buena idea componer algunas más. ¡Oye! ¡Y si la letra es buena, podría incluso cantarlas para la gente del campamento!
-Lucina: Seguro que así se relajan y se olvidan un poco de que estamos en guerra. Creo que es una idea fantástica.
-Linfan: ¿A que sí? Bueno, pues será mejor que me ponga manos a la obra.
-Lucina: Tú siempre eres así de enérgico, ¿no? ¿Cómo consigues estar siempre de tan buen humor?
-Linfan: Bueno, es mi naturaleza. Además, ya te lo dije: no tengo memoria. Para mí todo es completamente nuevo. ¡Aún me queda mucho por descubrir! ¡No tengo tiempo para deprimirme!
-Lucina: Pues estoy segura de que, en tu situación, yo no sería ni la mitad de feliz que tú. Pero tú, sin embargo, rezumas alegría. Creo que forma parte de ti; te es innato. Es maravilloso.
-Linfan: Mmm... No sé. ¿Y tú? ¿No te alegras de estar en esta era? No lo recuerdo, pero ¿acaso no venimos de una era devastada por el hambre y el caos?
-Lucina: Sí, así es. Procedemos de un futuro aciago. De nosotros depende que la paz reine en el mundo como hasta ahora. Y si fracasamos, nos espera el mismo futuro devastador del que escapamos. Todos estos pensamientos ejercen sobre mí una presión que me quita el sueño.
-Linfan: No te preocupes, ¡eso no ocurrirá! ¡Hasta un soldado necesita descansar! Eres una líder y una guerrera excelente, pero así no podrás ejercer como tal.
-Lucina: Tienes toda la razón, Linfan. Lo siento. No debería ir por ahí contando mis penas y preocupaciones.
-Linfan: ¡No digas eso! Ya sabes que yo siempre saco el lado bueno de las cosas.
-Lucina: ¿Qué estás haciendo, Linfan? Llevas un buen rato tarareando.
-Linfan: ¡Ah! ¡¿Me has escuchado?! Verás, ¿te acuerdas de las flores que te regalé? ¿Las de los chicos del pueblo? Pues, para devolverles el favor, les canté una canción que compuse. Y parece que les gustó bastante. Pensé que sería buena idea componer algunas más. ¡Oye! ¡Y si la letra es buena, podría incluso cantarlas para la gente del campamento!
-Lucina: Seguro que así se relajan y se olvidan un poco de que estamos en guerra. Creo que es una idea fantástica.
-Linfan: ¿A que sí? Bueno, pues será mejor que me ponga manos a la obra.
-Lucina: Tú siempre eres así de enérgico, ¿no? ¿Cómo consigues estar siempre de tan buen humor?
-Linfan: Bueno, es mi naturaleza. Además, ya te lo dije: no tengo memoria. Para mí todo es completamente nuevo. ¡Aún me queda mucho por descubrir! ¡No tengo tiempo para deprimirme!
-Lucina: Pues estoy segura de que, en tu situación, yo no sería ni la mitad de feliz que tú. Pero tú, sin embargo, rezumas alegría. Creo que forma parte de ti; te es innato. Es maravilloso.
-Linfan: Mmm... No sé. ¿Y tú? ¿No te alegras de estar en esta era? No lo recuerdo, pero ¿acaso no venimos de una era devastada por el hambre y el caos?
-Lucina: Sí, así es. Procedemos de un futuro aciago. De nosotros depende que la paz reine en el mundo como hasta ahora. Y si fracasamos, nos espera el mismo futuro devastador del que escapamos. Todos estos pensamientos ejercen sobre mí una presión que me quita el sueño.
-Linfan: No te preocupes, ¡eso no ocurrirá! ¡Hasta un soldado necesita descansar! Eres una líder y una guerrera excelente, pero así no podrás ejercer como tal.
-Lucina: Tienes toda la razón, Linfan. Lo siento. No debería ir por ahí contando mis penas y preocupaciones.
-Linfan: ¡No digas eso! Ya sabes que yo siempre saco el lado bueno de las cosas.
SPOILER:
-Lucina [sola]: Podemos cambiar el futuro... ¡TENEMOS que cambiarlo! Creo firmemente que lo conseguiremos... y aun así sigo teniendo pesadillas. Aaay... ¡Ojalá fuera tan optimista como Linfan!
-Linfan [entra]: ¿Me has llamado?
-Lucina: ¡AAAH! ¡L-Linfan! ¡Me has dado un buen susto! ¡¿Desde cuándo estás aquí?!
-Linfan: ¡Acabo de llegar! Venía a avisarte de que la cena ya está lista. Te estamos esperando.
-Lucina: No tengo hambre.
-Linfan: ¿Y eso? ¿No te encuentras bien? Quizá deberías descansar un poco.
-Lucina: Me temo que no se trata de algo físico. Es una dolencia del corazón.
-Linfan: ¿Ha ocurrido algo? A mí puedes contármelo si quieres.
-Lucina: Linfan, ¿tú crees que el futuro se puede cambiar? ¿Crees que podemos reemplazar el futuro apocalíptico del que venimos por uno feliz?
-Linfan: ¡Por supuesto!
-Lucina: ¿Y cómo puedes estar tan seguro?
-Linfan: Porque mi madre también lo está.
-Lucina: Avatar...
-Linfan: Mi madre es increíble. Tanto que mi sueño es seguir sus pasos. En fin, no te preocupes. Con ella en el equipo, estamos en buenas manos. Desconozco esta era y este mundo, pero conozco a mi madre y confío en ella.
-Lucina: Te entiendo... Mi padre también lucha con toda su alma por un futuro mejor. La amistad que les une es realmente digna de admiración. Con unos padres así, nuestra generación va a quedar a la altura del betún.
-Linfan: ¡Ja, ja! ¡Y que lo digas! ¡No tenemos nada que hacer! Bueno, ¿estás mejor?
-Lucina: Sí. Muchas gracias, Linfan.
-Linfan [entra]: ¿Me has llamado?
-Lucina: ¡AAAH! ¡L-Linfan! ¡Me has dado un buen susto! ¡¿Desde cuándo estás aquí?!
-Linfan: ¡Acabo de llegar! Venía a avisarte de que la cena ya está lista. Te estamos esperando.
-Lucina: No tengo hambre.
-Linfan: ¿Y eso? ¿No te encuentras bien? Quizá deberías descansar un poco.
-Lucina: Me temo que no se trata de algo físico. Es una dolencia del corazón.
-Linfan: ¿Ha ocurrido algo? A mí puedes contármelo si quieres.
-Lucina: Linfan, ¿tú crees que el futuro se puede cambiar? ¿Crees que podemos reemplazar el futuro apocalíptico del que venimos por uno feliz?
-Linfan: ¡Por supuesto!
-Lucina: ¿Y cómo puedes estar tan seguro?
-Linfan: Porque mi madre también lo está.
-Lucina: Avatar...
-Linfan: Mi madre es increíble. Tanto que mi sueño es seguir sus pasos. En fin, no te preocupes. Con ella en el equipo, estamos en buenas manos. Desconozco esta era y este mundo, pero conozco a mi madre y confío en ella.
-Lucina: Te entiendo... Mi padre también lucha con toda su alma por un futuro mejor. La amistad que les une es realmente digna de admiración. Con unos padres así, nuestra generación va a quedar a la altura del betún.
-Linfan: ¡Ja, ja! ¡Y que lo digas! ¡No tenemos nada que hacer! Bueno, ¿estás mejor?
-Lucina: Sí. Muchas gracias, Linfan.
SPOILER:
-Lucina: Linfan, puedo... ¿hablar contigo?
-Linfan: Claro. ¿Qué ocurre? ¿Tiene algo que ver con lo que hablamos la otra vez?
-Lucina: Supongo. Estoy mucho más relajada desde entonces. Creo que se acabaron las noches plagadas de pesadillas.
-Linfan: ¡Oye! ¡Eso es fantástico! ¡Si tú estás alegre, TODOS estamos alegres!
-Lucina: Linfan... Tengo que decirte una cosa... Se trata de algo importante.
-Linfan: Ah, ¿sí? ¿Qué ocurre?
-Lucina: Ya no tengo pesadillas porque tú protagonizas todos mis sueños. E incluso cuando estoy despierta, solo pienso en ti... Y cuando estás a mi lado, me invade el optimismo.
-Linfan: Vaya... Lucina... yo...
-Lucina: ¿Te quedarás a mi lado, Linfan? ¿Hasta el fin de los días?
-Linfan: ¡Claro! ¡Lo que haga falta!
-Lucina: ¿"Lo que haga falta"? Creo que no has... ¿Entiendes lo que te quiero decir, Linfan?
-Linfan: ¡Claro! Estás enamorada... de mí, ¿no?
-Lucina: S-sí...
-Linfan: ¡Yo también! Estaremos juntos pase lo que pase, ¿de acuerdo?
-Lucina: E-espera... ¿Estás enamorado de MÍ? ¡¿Y por qué no lo has dicho tal cual?!
-Linfan: Claro. ¿Qué ocurre? ¿Tiene algo que ver con lo que hablamos la otra vez?
-Lucina: Supongo. Estoy mucho más relajada desde entonces. Creo que se acabaron las noches plagadas de pesadillas.
-Linfan: ¡Oye! ¡Eso es fantástico! ¡Si tú estás alegre, TODOS estamos alegres!
-Lucina: Linfan... Tengo que decirte una cosa... Se trata de algo importante.
-Linfan: Ah, ¿sí? ¿Qué ocurre?
-Lucina: Ya no tengo pesadillas porque tú protagonizas todos mis sueños. E incluso cuando estoy despierta, solo pienso en ti... Y cuando estás a mi lado, me invade el optimismo.
-Linfan: Vaya... Lucina... yo...
-Lucina: ¿Te quedarás a mi lado, Linfan? ¿Hasta el fin de los días?
-Linfan: ¡Claro! ¡Lo que haga falta!
-Lucina: ¿"Lo que haga falta"? Creo que no has... ¿Entiendes lo que te quiero decir, Linfan?
-Linfan: ¡Claro! Estás enamorada... de mí, ¿no?
-Lucina: S-sí...
-Linfan: ¡Yo también! Estaremos juntos pase lo que pase, ¿de acuerdo?
-Lucina: E-espera... ¿Estás enamorado de MÍ? ¡¿Y por qué no lo has dicho tal cual?!